Rusia, Ucrania, Turquía y la ONU han reanudado este miércoles en Estambul las conversaciones para encontrar una salida a la crisis de los cereales ucranianos bloqueados en los puertos del mar Negro, que amenaza con una crisis alimentaria mundial, informó la emisora turca CNNTürk.

Rodeada de un gran secretismo solicitado por las partes negociadoras, la reunión a nivel de expertos militares y funcionarios observadores comenzó a las 14.25 hora local (11.25 GMT), precisó la cadena de televisión citada.

Los medios de comunicación turcos destacan que el lugar, los participantes y todos los demás detalles en torno al encuentro se mantienen en secreto y que el ministerio de Defensa turco informará del resultado al final del mismo.

La reunión ha estado precedida de "un desarrollo positivo" de "trabajos diplomáticos" entre las partes implicadas, señaló el martes, el titular de esa cartera.

Destacó entre esos esfuerzos conversaciones que él mismo ha mantenido con sus colegas de Rusia, Serguéi Shoigú, y de Ucrania, Oleksiy Reznikov, así como otras telefónicas del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, con sus homólogos de Rusia, Vladímir Putin, y Ucrania, Volodomir Zelenski, a principios de esta semana.

Erdogan también ha instado esta semana a la ONU a actuar para establecer un corredor marítimo que permita exportar los cereales ucranianos a través del mar Negro.

Akar se mostró confiado en que las conversaciones de Estambul tengan un resultado positivo, según su comunicado de ayer.

"Después de todas estas reuniones, el grano que espera en los puertos ucranianos será enviado de forma segura a los mercados internacionales por mar", afirmó.

El mayor obstáculo para alcanzar un acuerdo ha sido hasta ahora el control de los barcos en su ruta hacia Ucrania, pues Moscú quiere registrarlos para asegurarse de que no transporten armas al país invadido, una exigencia que Kiev rechaza, según los observadores.

A su vez, la parte ucraniana pide garantías de seguridad frente a los ataques rusos si accede a eliminar las minas marinas que colocó para proteger sus puertos, donde ahora hay más de 20 millones de toneladas de cereales y semillas de girasol que no pueden salir a los mercados internacionales.

La escasez mundial de esos productos está agravada además por la de fertilizantes que se han dejado de exportar tras iniciarse el 24 de febrero pasado la invasión rusa de Ucrania.

La falta de fertilizantes podría reducir la producción de cereales en la región en un 20 %, según alertó la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO).

 

Fuente: EFE