A María Victoria González Báez tuvieron que amputarle una pierna Una niña se debate entre la vida y la muerte luego de ser embestida por un camión el 15-A
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La pequeña, de 12 años de edad, permanece recluida en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de Maracaibo. Es la hija mayor de un matrimonio wayúu que solo pide justicia
Cuando a Alberto González le avisaron que un camión 350 había arrollado a su hija María Victoria González Báez a unas cuadras de su casa, no lo pudo creer. Antes de salir corriendo a buscar a su pequeña de 12 años revisó su cuarto, efectivamente, aunque eran las 12:30 am del lunes, la pequeña no se encontraba en casa.
“Nunca había salido sola, ella siempre ha sido muy obediente y jamás salió sin nuestro permiso”, dijo González entre sollozos y con la amargura de saber que su hija jamás volverá a ser la misma.
María Victoria fue arrollada en la madrugada del 15 de abril, mientras festejaba con unas amiguitas del sector, el triunfo electoral del presidente Nicolás Maduro.
“No puedo decir nada porque no vi lo que sucedió, no estuve con ella; solo quiero que mi hija se recupere rápido”, respondió la madre, Isneida Báez, ante los comentarios que afirman que el responsable de este trágico accidente habría sido un desconocido que, molesto por los resultados electorales, arremetió en contra de las y los manifestantes que se encontraban en la avenida principal del barrio 5 de Enero, ubicado en la parroquia Venancio Pulgar al oeste de Maracaibo.
Báez se aferra a la vida, a pesar de la realidad que tiene que enfrentar. Un trauma cráneoencefálico severo, además de fractura en la pelvis, fémur, tibia y peroné la mantienen en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de Maracaibo (HUM).
La niña es la hija mayor de un matrimonio wayúu que tiene siete hijos más. Con 12 años, tenía claras sus responsabilidades como hermana mayor. Siempre hogareña y preocupada por sus hermanos menores: así la definió su padre, mientras aseguraba que ese era el peor día que le había tocado vivir. Y sin duda así debió ser. El pasado jueves debió firmar la autorización médica que le permitiría a los especialistas amputarle la pierna derecha a la menor, que más nunca podrá correr con sus amiguitas del colegio Creación 5 de Enero, unidad educativa donde cursa el sexto grado.
LOS HECHOS
Para la familia González Báez los hechos no están claros. El domingo su hija estuvo en casa con ellos siempre feliz; mientras esperaban los resultados electorales la pequeña le pidió permiso a su padre para ir hasta la casa de su abuela, que le quedaba a pocos metros. El padre aceptó y esa fue la última vez que la vio.
A las 12:30 am unos vecinos llegaron hasta su casa: “Alberto, atropellaron a María”, le gritaron. Esa afirmación era poco creíble para el padre, que en primera instancia revisó la casa; al darse cuenta de que la niña no aparecía corrió a buscarla, pero ya era tarde. El cuerpo de la niña había sido trasladado al Hospital El Marite junto a los de 11 personas que habían resultado heridas por el camión, del que hasta el cierre de esta edición se desconocía su paradero.
En el sitio falleció un adolescente de 12 años y Rey David Chacín. Ambos ya fueron enterrados.
En la UCI del hospital los padres no soportan tanto dolor; según les comentaron los vecinos, la niña fue invitada por otras amiguitas de su edad, vecinas y compañeras de clase, para que salieran a celebrar el triunfo de Maduro. Mientras celebraban, un camión los embistió.
Para el padre, el único sosiego que pueden darle es el nombre de la persona que fue capaz de hacerle semejante daño a su niña: “Aún no sabemos quién fue, pero lo sabremos, y el día que aparezca exigiré que se aplique todo el peso de la ley”.
“Soy un hombre trabajador, con sacrificio saco adelante a mi familia y jamás le hemos hecho mal a nadie; no merecemos esto, exijo justicia. No merezco que me quiten a mi familia de esta manera”, agregó González.
Aunque los pronósticos médicos no son los más alentadores, la familia se encuentra aferrada a su fe en Dios, de quien espera un milagro para que su hija salga de este mal paso de la mejor manera posible.
OTROS HECHOS
La semana pasada fue de mucha controversia en Maracaibo: entre protestas y marchas para exigir respuestas ante un supuesto fraude electoral, tres personas murieron y más de 10 resultaron heridas.
Luis Eduardo García Polanco de 24 años de edad fue el primero en ser enterrado en el cementerio Corazón de Jesús de Maracaibo. Obrero en el Hospital Universitario acudió junto a unos compañeros del partido Tupamaro hasta la sede del CNE la noche del pasado lunes, donde un grupo de personas exigía un conteo de votos.
En circunstancias que aún no están muy claras, García Polanco perdió la vida gracias a una bala que entró por su mandíbula y salió por el cráneo.
En medio de una semana de protestas varias emisoras y televisoras comunitarias han sido asediadas por personas que juran que las cerrarán. Más de 10 Centros de Diagnósticos Integrales (CDI) también fueron hostigados; para las agresoras y los agresores lo más importante era sacar unas supuestas cajas electorales que mantenían ocultas el personal cubano que trabaja en las comunidades.
Aunque la situación se ha calmado en Maracaibo, las afectadas y los afectados exigen protección, seguridad y sobre todo, justicia para las personas inocentes que perdieron la vida o resultaron lesionadas en medio de las manifestaciones de afectos a la oposición venezolana.