1. Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), en raras ocasiones la actividad sexual por sí misma puede desencadenar dolor de cabeza sin que exista ninguna causa aparente que lo justifique. Según datos manejados por la SEN, este fenómeno puede ocurrir en algún momento de la vida hasta en un 1% de la población.

2. Las cefaleas primarias relacionadas con la actividad sexual afectan en el 80% de los casos a hombres. En un 75% de las ocasiones se trata de cefaleas orgásmicas, caracterizadas por ser dolores de cabeza muy intensos y repentinos que ocurren justo durante el orgasmo, mientras que un 25% corresponden a cefaleas preorgásmicas, identificables por un dolor sordo en la cabeza y el cuello asociado a contracción de los músculos del cuello o la mandíbula, que se desarrolla gradualmente durante la actividad sexual y aumenta con la excitación.

3. La duración media de las cefaleas preorgásmicas y orgásmicas puede variar desde solo 1 minuto hasta 3 horas, aunque puede quedar cierto dolor residual leve durante varias horas más.

4. Según un reciente estudio de la Escuela Universitaria de Medicina Wake Forest, las personas que sufren migraña tienen más niveles de deseo sexual que quienes padecen otros tipos de cefalea. Al parecer la relación es que ambos fenómenos -la migraña y el deseo sexual- están ligados a bajos niveles de serotonina.

5. Muchos de los fármacos habitualmente usados en migraña y otras cefaleas pueden afectan negativamente a la función sexual y por ende a la calidad de la vida sexual. De acuerdo con un trabajo que la SEN coordinó hace unos años, al menos un 20% de los pacientes en tratamiento por migrañas refería una clara disminución del deseo sexual y hasta un 45% de los mismos aseguraba haber padecido algún trastorno sexual relacionado con la medicación en alguna ocasión.