Angelino Santana: Me gradué de Tapa Amarilla (Opinión)

28.12.2014 02:13
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Alma Mater, quieren matarte…

Por Angelino Santana

Con motivo del acto de grado de la UBV/Misión Sucre, pues, no podía faltar la tradicional misa, que en esta ocasión se realizó en la Iglesia San Rafael del Municipio Independencia. Emocionados acudimos a escuchar las palabras de aliento y felicitación del párroco, por alcanzar nuestra meta, lo cual y gracias  a la gerencia de nuestra alma mater y Misión Sucre, es un verdadero acto de valentía, tenacidad y paciencia.

Estudiar en cualquiera de las misiones te hace acreedor (además del título de  bachiller, TSU o Licenciado) de una acreditación no tan alentadora; Tapa Amarilla o misionero, como acostumbran tildarnos nuestros “camaradas”...

En mi caso particular (y de tantos otros miles) podría considerarme como una especie de Summa Cum Laude en eso de TA, pues me gradué tanto por Misión Ribas como por la Sucre.

El hecho en cuestión es, que lejos de recibir un mensaje reconfortante y alentador por parte del señor párroco, la misa se inició con algo más o menos así: “ a ver… quienes saben cómo escribir ahí de lugar, hay de haber o Ay! de exclamación?...  luego de lo cual, procedió a un vergonzoso interrogatorio al respecto entre los presentes… Una vez más, la etiqueta de tapa amarilla, incluso en la Casa del Señor. A continuación nos dio una charla sobre su experiencia  en Suecia, Suiza o algo así, donde la gente retira su periódico de un dispensador y coloca la moneda, mientras que en Venezuela ni el dispensador quedaría, lo cual, si bien no es falso del todo, ¿era el sermón adecuado para la ocasión?

Debo confesar que mi trasero, ya bastante reducido, perdió algunos centímetros extras de la cantidad de giros y retorcijones que me causaban  las palabras del “Representante de la Iglesia” para con nosotros. Fue un acto de profunda paciencia no levantar la mano para preguntarle al señor párroco, no sobre el ahí, o hay, no sobre los dispensadores de periódicos de un país que según se evidencia, lo considera mucho mejor que el nuestro. Querría preguntarle sobre el Banco Ambrosiano, su opinión sobre la pederastia, sobre los niños que mueren de hambre en el mundo, frente a la opulencia del vaticano.

Hubiese querido además, explicarle que en la prueba de Aptitud Académica, si obtenías la peor nota, tu opción era EDUCACION. Informarle además, que las deficiencias en la calidad de la formación en nuestras universidades no depende de los estudiantes ni es su culpa, es consecuencia de los y las  burócratas que están al frente de las coordinaciones y la Misión Sucre, policamburistas que no se graduaron en la UBV y por lo tanto no creen en ella pues consideran que ahora es todo “demasiado fácil”… “ que papaya…una aldea en cada municipio… yo no, yo si me jodí viajando, pagando, comiendo sardinas en una tétrica y cara residencia… eso es graduarse! No esa mantequilla de hoy día…Esa, si, esa es la opinión de la mayoría de los que obtuvo título por el llamado “Sistema convencional” Incluso de aquellos que están al frente del Ministerio, las aldeas o las representaciones locales de la Misión Sucre, gente que no cree en lo que predica, que no cree en nosotros, pues de ser así, ¿por qué no están los egresados de la UBV y Misión Sucre al frente del Ministerio, de las Aldeas, de la Misión?

Señor cura, permítame respetuosamente decirle a usted y a todos los que nos infravaloran, que los productos tapa amarilla no son necesariamente malos, sí son menos publicitados, más económicos (o lo eran) y al igual que nosotros, una alternativa con criterio social, humanistas (bueno, no todos), valores de los cuales tal vez algún día usted se beneficie. Puede ser un egresado de nuestra UBV o Misión Sucre, el medico que salve su vida sin cobrarle, el abogado que lo rescate de algún asuntillo legal, el ingeniero que repare su computadora sin estafarlo o incluso podría ser este servidor quien lo entreviste para escribir su historia, en la  que seguramente hay más acciones altruistas, actos de bondad y hasta de heroísmo que imprudencias como la que sin ánimo de ofender  y con intensión meramente constructiva, nos correspondió , para no pecar de omisión, hacer referencia.

Somos ingenieros, educadores, abogados, Gestores Sociales y tantos otros profesionales Graduados en la UBV/Misión Sucre con el mismo orgullo que tendrían los de la UCV, ULA, IUTY, Fermín Toro o cualquiera otra del sistema público o privado. También sufrimos y luchamos para alcanzar la meta, también debimos soportar la incompetencia, la mediocridad, los abusos, el cansancio, la desilusión y hasta el hambre.

No somos ni más ni menos. Entre nosotros, como no, hay piratas, flojos y gente que solo opta a un título para buscar un cargo político. Pero también hay gente competente, llena de experiencia de vida y ahora académica, gente que amamos lo que hacemos, que queremos cambiar al país para hacerlo más parecido a su Suecia o Suiza en lo bueno, pero con nuestras particularidades, con nuestra identidad y sobre todo que esa forma alegre y divertida de vivir, muy distante de la frialdad y pasividad europea.

La municipalización de la Educación Superior es un hecho que no ha sido valorado en su inmensa dimensión y el resultado se está viendo y se verá aún más a muy corto plazo, pero claro está, no faltará nunca quien considere una mejor idea eliminar “esas universidades piratas” y que en lugar de estudiar, el venezolano sin recursos se dedique a robar y a nutrirse cultural y espiritualmente con alguna telenovela…

Si, que viva la UBV, que viva la Misión Sucre, pero en manos de los que realmente la amamos, sus egresados…

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