El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó su primer ataque aéreo desde que asumió el cargo el pasado 20 de enero. El bombardeo registrado en la provincia de Deir Ezzor, al este de Siria, dejó al menos 22 milicianos proiraníes muertos, según confirmó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La ONG informó en un comunicado que todas las bajas pertenecen a las filas de las milicias iraquíes respaldadas por Irán de la Multitud Popular y de Kataib Hizbulá, grupo considerado como organización terrorista en Washington.

El bombardeo de esta madrugada tuvo como objetivo posiciones de ambos grupos y un cargamento de armas que acababa de cruzar la frontera desde Irak por un paso "militar" en el área de Abu Kamal, en Deir Ezzor, donde destruyó también tres camiones cargados de munición.

El Observatorio alertó de que el número de fallecidos podría aumentar en las próximas horas debido a la presencia de un número indeterminado de heridos, algunos de ellos en estado grave, y a la existencia de informaciones todavía sin confirmar sobre más muertos en el ataque aéreo.

"Inmediatamente" después del bombardeo las fuerzas iraníes y sus milicias aliadas desplegadas en Abu Kamal fueron reubicadas a otras zonas, de acuerdo con la nota.

El Pentágono, por su parte, explicó que esta acción es la respuesta a recientes ataques contra tropas estadounidenses y de la coalición internacional que lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico en Irak, así como de "continuas amenazas" contra este personal, días después del último ataque contra su embajada en Bagdad.

Los ataques contra instalaciones estadounidenses en Irak han aumentado desde que Estados Unidos matara en enero de 2020 al poderoso comandante iraní Qasem Soleimaní mediante un bombardeo selectivo en Bagdad, una acción que fue muy criticada por las fuerzas políticas iraquíes y por las milicias proiraníes del país.

Fuente: Globovisión /Internacionales