Con bastante éxito Implantan por primera vez corazón artificial autónomo en Francia
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En un comunicado Carmat expresó “esta primera implantación se desarrolló en forma satisfactoria (…). El paciente se encuentra actualmente bajo vigilancia en reanimación, despierto y hablando con su familia”
Un corazón artificial autónomo creado por la empresa francesa Carmat fue implantado por primera vez en un paciente que padecía insuficiencia cardíaca terminal con bastante éxito por un equipo del hospital Georges Pompidou en París (capital), anunció este viernes la empresa.
En un comunicado Carmat expresó “esta primera implantación se desarrolló en forma satisfactoria (…). El paciente se encuentra actualmente bajo vigilancia en reanimación, despierto y hablando con su familia”.
El director general de Carmat, Marcello Comviti, citado en la misiva, expresó su satisfacción por el éxito de la operación “Celebramos este primer implante, pero sería prematuro extraer conclusiones ya que se trata de un único implante y de un posoperatorio todavía muy corto”.
La empresa patrocinada por el cirujano Alain Carpentier, reconocido en el mundo por inventar las válvulas cardíacas Carpentier-Edwards, busca reducir la falta de aparatos auxiliares para contrarrestar enfermedades del corazón.
De acuerdo con la compañía,“su prótesis, con bases científicas sólidas, tiene una funcionalidad y una duración ejemplares”.
A finales de septiembre, las autoridades sanitarias francesas permitieron este tipo de intervenciones, abriendo nuevas perspectivas para los pacientes condenados por la escasez de injertos disponibles.
El cofundador del grupo de expertos, Philippe Pouletty, explicó en aquel momento que la prótesis autónoma favorece el ritmo de vida del enfermo, “imita totalmente un corazón humano normal con dos ventrículos que movilizan la sangre como lo haría el músculo cardíaco, con sensores que permiten acelerar el corazón, desacelerar, aumentar la cadencia, disminuir la cadencia. El enfermo duerme, disminuye. Sube escaleras, se acelera, por lo que no tiene nada que ver con una pompa mecánica”.
El paciente prefirió no dar su identidad pero se conoce que tenía que padecer una insuficiencia cardíaca terminal, con un pronóstico vital sin alternativas terapéuticas. Carmat asegura que su corazón artificial podría salvar cada año a miles de pacientes sin riesgo de rechazo y garantizándoles una calidad de vida insuperable.