El chavismo tiene un respaldo mayoritario Hinterlaces: En todos los escenarios Nicolás Maduro gana las elecciones

07.04.2013 23:40

Notiyaradigital :

Siguenos por :Twitter @Notiyaradigital

 

El abanderado bolivariano triunfará con una diferencia de 14% a 16% si logra movilizar su maquinaria electoral; en la peor circunstancia, vencerá con 8% a 10%, indicó el presidente de la encuestadora, Oscar Schémel

 

Aunque es una afirmación que, como bien lo sabe, le costará los insultos y las amenazas del antichavismo furibundo, el presidente de la encuestadora Hinterlaces, Oscar Schémel, no duda en sostener que el 14 de abril Nicolás Maduro ganará las elecciones. Con base en los escenarios evaluados por la empresa de opinión e inteligencia, el abanderado bolivariano triunfará con una diferencia de 14% a 16% en el mejor escenario; en el peor, vencerá con 8% a 10%.

“En este momento no observamos escenarios favorables a Henrique Capriles. En este momento el escenario más probable el 14 de abril es el triunfo de Maduro con una brecha que puede estar entre 14% y 16%”, destaca Schémel, en entrevista con el Correo del Orinoco.

Ese mejor escenario al que hace referencia contempla “una ventaja superior a la que obtuvo el presidente Chávez; con una votación menor, pero una ventaja contundente que evita la posibilidad de un cuestionamiento de los resultados”, detalla.

-¿De qué depende que finalmente sea un escenario u otro? ¿Solo de la movilización?

-Va a depender fundamentalmente de la maquinaria electoral. El chavismo en eso lleva una ventaja extraordinaria; además, cuenta con el respaldo de 20 gobernaciones. La oposición perdió cinco gobernaciones en las pasadas elecciones regionales; por eso está apelando menos a la maquinaria, que no la tiene, y más al entusiasmo de sus electores más fieles.

RESPALDO MAYORITARIO

Schémel declara que las fuerzas bolivarianas “tienen que apostar a la maquinaria, pero también a la capacidad de convencer a sus electores, a sus seguidores y a los nuevos seguidores de que Nicolás Maduro tiene las capacidades y los planes más convenientes para que la Revolución continúe y mejore”.

Aun cuando aclara que las encuestas “no son fotografías” sino parte de una película, “capítulos de una serie”, Schémel ratifica que lo más probable “es un triunfo de Nicolás Maduro por una ventaja importante. No vemos ningún escenario en el que pueda ganar Henrique Capriles”. La brecha a favor del abanderado socialista “es importante”, enfatiza; además, la campaña es muy corta, y resulta difícil “cambiar la correlación de fuerzas que en este momento es tan favorable a Maduro y a la Revolución Bolivariana”.

-¿Por qué la correlación de fuerzas es favorable a Maduro?

-El chavismo tiene un respaldo mayoritario por parte de la población. No solo una identificación con el líder religioso, con el presidente Chávez; es también una identificación con el modelo, con los ideales del presidente Chávez y con su propuesta de inclusión social, de justicia, de igualdad, de soberanía e independencia. El país respalda un modelo, y es el modelo que promete continuar Nicolás Maduro como parte de la defensa del legado del presidente Chávez. Ese es un ingrediente fundamental, que le otorga una ventaja de entrada a Nicolás Maduro.

Hay que sumar, además, que la oposición viene “de dos fuertes derrotas” que ha debilitado sus posiciones en el escenario político-electoral. Encima, los sectores del antichavismo comenzaron la campaña “con menos de 30% de opinión favorable”, según datos de enero y febrero, cita Schémel. Por si fuera poco, “la oposición todavía no tiene una idea, una visión que presentar; todavía la oposición no se conecta con los sectores populares”.

Para apuntalar este punto de vista, el analista apunta que Capriles ganó las elecciones regionales en las urbanizaciones de clase media, y perdió en todos los municipios populares. “El triunfo de Henrique Capriles en el estado Miranda no es ni siquiera representativo del comportamiento nacional. Miranda es un estado en el que casi la mitad población es de clase media y antichavista”, señala. Esto es una debilidad, porque revela “la dificultad que tiene la candidatura de Henrique Capriles para conectarse con los sectores populares”.

MADURO: EL FUTURO Y LAS CERTEZAS

En opinión de Schémel, a Maduro le corresponde, en este momento, brindar certezas acerca de cómo será el futuro de la Revolución. “Maduro debe hacer ofertas electorales, sobre todo, en el terreno económico; no solo en el campo de la seguridad, que es la principal preocupación. La incertidumbre mayor tiene que ver con la economía”.

El vocero de Hinterlaces compara la situación actual con la muerte de un padre: “Hay dolor, hay angustia e incertidumbre, porque la gente, en medio del llanto, se pregunta quién va a pagar el alquiler”. El fallecimiento del Comandante “genera incertidumbre acerca del futuro”, razona.

¿Cuáles son las certezas que la gente demanda? “Certezas de que hay un bienestar futuro, el control de la inflación, la solución a problemas como la escasez y el desabastecimiento, incorporación de sectores productivos, generación de empleo; todos esos factores económicos que proporcionan tranquilidad”, enumera.

Maduro ha hecho un especial énfasis en la seguridad, y eso “es importante, porque es la principal preocupación”, refiere el encuestador.

En la etapa final de la campaña electoral, Schémel plantea que el mayor esfuerzo discursivo del abanderado bolivariano debe ser sobre el combate a la inseguridad; la garantía de estabilidad económica y bienestar futuro (empleo, inflación, abastecimiento, productividad), con reglas de juego sobre los sectores económicos “para proporcionar tranquilidad”; y el rescate de los valores, con un discurso moral poderoso sobre el trabajo, el respeto, el compromiso, “la reconciliación, la paz, la unidad”.

A su juicio esta es “la gran oportunidad para que Nicolás Maduro potencie o construya un discurso moral que le dé superioridad política, social, humana”.

CAPRILES: NO COPIAR LOS SÍMBOLOS

-¿Qué le diría a Capriles?

-La oposición tiene que seguir trabajando para convertirse en una alternativa. Tiene que dotarse de una idea, de una visión de país y de sociedad que movilice, entusiasme y convenza a los venezolanos, sobre todo a las mayorías populares.

Schémel refiere que el antichavismo no solo debe trabajar en el plano electoral, sino en el simbólico. “La política es una pedagogía del poder; se trata de convencer al otro. En el fondo también es una lucha lingüística, porque cuando convences al otro lo haces mediante palabras. Cuando colocas una palabra en la mente y en el corazón de la gente estás colocando una idea”.

Para el investigador, una de las fallas de la oposición en esta campaña es “que está copiando los símbolos y las gramáticas del adversario, mucho más en esta campaña que en la anterior”. Prueba de ello es el nombre del comando de la derecha (Simón Bolívar), la gorra tricolor. Incluso, el pasado miércoles sonó una canción de Alí Primera (símbolo revolucionario) durante el acto del candidato Capriles en Barinas.

-¿Cómo lo interpreta el electorado opositor?

-Al usar el lenguaje del adversario finalmente termina consolidando las posiciones del adversario.

-¿A qué atribuye que el candidato Capriles haga eso?

-Creo que están montados también en la estrategia de la continuidad. El venezolano no quiere cambio de modelo; el venezolano no quiere un cambio, sino que el modelo funcione, mejore y se desarrolle. En eso se basa la oferta electoral del candidato de la oposición: promete la continuidad del modelo, pero haciéndolo más eficiente, y para eso necesita incorporar los símbolos y las gramáticas del adversario.

Pero hacerlo en tan poco tiempo, estima, “es una torpeza”. La oposición “debía haber construido, desde hace tiempo, una oferta propia”. Al usar los símbolos bolivarianos “está prometiendo continuidad, pero ¿quién garantiza más la continuidad que el hijo del padre de la Revolución, a quien se le depositó la tarea de continuar y mejorar el modelo?”.

Capriles también tiene en contra, de acuerdo con Schémel, una decisión tomada por su propio comando: “Haber aceptado la tarjeta única. Cuando uno revisa el tarjetón se consigue con una sola tarjeta, con una sola foto del candidato de la oposición y arrinconada abajo y a la derecha. Incluso, visualmente el candidato de la oposición aparece solo, débil, aislado, mientras tienes 12 o 14 fotos de Maduro con un respaldo grande”.

El analista advierte que, en una campaña electoral tan corta, “esas pequeñas torpezas hacen mella, son graves”.

-¿Usted diría que el 14 de abril es la muerte política de Capriles?

-Una segunda derrota por una brecha importante debilitaría las posibilidades del liderazgo futuro de Henrique Capriles, pero abriría la posibilidad para el surgimiento de una nueva oposición, y una propuesta que esté más en sintonía con las expectativas, con las nuevas expectativas y demandas de los sectores populares.

NO ENTENDER LA POBREZA

Schémel sostiene -y lo ha hecho en reiteradas oportunidades- que una de las mayores dificultades que tiene la oposición venezolana es su análisis de la pobreza. La derecha piensa que la pobreza “es un indicador económico y no una condición existencial, y no entiende que lo que más duele de ser pobre no es el hambre sino la mirada de desprecio”. Por eso “el discurso amoroso que tanto se ridiculizó y se subestimó del presidente Hugo Chávez es lo que permitía, a pesar del descontento por la gestión, consolidar una base social de apoyo”.

El antichavismo intenta asociar a Maduro con el entorno sobre el que el comandante Chávez expresaba sus quejas. Schémel considera que esta argumentación se debilita porque el pueblo ve que en este momento lo importante es “defender el legado del presidente Chávez, garantizar la continuidad del modelo de inclusión, consolidar la Revolución”.

Pero si bien es cierto que se reduce la crítica a las lideresas y líderes de la Revolución, no es menos relevante que “se van a reducir los niveles de tolerancia” con los errores, certificó Schémel. A Chávez “se le disculpaba y se culpaba a otro, pero ahora eso no va a ocurrir”, por lo que “los niveles de tolerancia se van a reducir y la demanda de eficiencia y de resultados será mucho mayor”.

LA ABSTENCIÓN AFECTARÁ A CHAVISMO Y OPOSICIÓN

La abstención aumentará en los comicios presidenciales del 7 de octubre, de acuerdo con los cálculos de Oscar Schémel. Pero ese incremento afectará por igual al chavismo y al antichavismo. “El chavismo cuenta con la maquinaria y con la posibilidad de construir una oferta que entusiasme a sus electores y con la idea de consolidar la Revolución, pero necesita también convencer”, enfatizó.

La derecha necesita mostrarse “como una opción que no amenaza el modelo de inclusión” y requiere “motivar a sus seguidores” para que sufraguen, enunció.

EL CHAVISMO ES UNA CULTURA POLÍTICA QUE VA A PERMANECER

El presidente de Hinterlaces, Oscar Schémel, considera que se han registrado cambios en las expectativas y demandas de los sectores populares luego de la muerte del comandante Hugo Chávez.

“La ausencia del Presidente está provocando ya cambios en la cultura política; uno de ellos es la búsqueda de armonía y consensos. Hay una fatiga enorme por la polarización, y la ausencia del Presidente va a acelerar el proceso de maduración social y política y va a fortalecer las demandas de unidad y reconciliación”, estimó. En ese contexto “la Revolución tiene una gran oportunidad para sumar y ampliar la base de apoyo”.

-Con el fallecimiento del Presidente, ¿usted diría que la Revolución está en peligro? ¿O al contrario?

-El chavismo hoy, más allá del respaldo al líder religioso, se ha convertido en una comunidad emocional, en una identidad de clase y en una cultura política, y eso va a permanecer como parte del nuevo modo de ser del venezolano.

Hoy, remarca, “hay una nueva identidad nacional popular. Una nueva cultura política nacional que tiene que ver con los postulados del presidente Chávez, con el discurso del presidente Chávez”.

Incluso, cualquier alternativa en el país “va a tener que construirse sobre la base de esta nueva cultura nacional popular. De hecho, la oposición no la niega; intenta superarla discursivamente, pero no entiende el fenómeno. Es un imperativo del marketing electoral, muy mal implementado”.

NO ERA UNA RELACIÓN CLIENTELAR SINO DE AMOR

Las manifestaciones de amor por el presidente Hugo Chávez luego de su fallecimiento le ratifican a Oscar Schémel que su tesis sobre el líder religioso era cierta, y también le demostraron a la derecha que el vínculo entre el Comandante y el pueblo no dependía de las lavadoras y neveras o del dinero.

“La muerte y los funerales del presidente Chávez corroboraron que existía y existe un liderazgo que no está basado en una relación clientelar; que los triunfos electorales del Presidente no dependían de la cantidad de neveras y bolsas de comida que repartía, sino que había una identificación con unos ideales, con unos valores, con unos principios y con una visión de país y de sociedad”, subrayó. Es decir, “había y hay una identificación política, ideológica y afectiva”.

Texto/ Vanessa Davies
Foto/ Héctor Lozano