Estrategia de desestabilización en Venezuela ha sido aplicada “en infinidad de países”

24.02.2014 14:18
Notiyaradigital

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Se quiere someter al país para proceder a su colonización

Los grupos que denuncian al Ejecutivo “callan ante la violencia organizada para provocar los altercados y de ese modo ocultar los motivos que tiene el Gobierno para actuar, ya que se enfrenta no a una manifestación, sino a una insurrección violenta”

¿Hay una campaña internacional contra Venezuela para hacer creer que el país se encamina hacia una guerra civil (sin desconocer el malestar en amplias capas opositoras expresado en cacerolazos y formas de protesta pacífica y violenta)? El escritor e investigador vasco Mikel Itulain asevera que sí. En entrevista vía correo electrónico con el Correo del Orinoco, Itulain sostuvo que la estrategia usada es vieja y ha sido aplicada “en infinidad de países”. El autor colocó en su blog (https://miguel-esposiblelapaz.blogspot.com.es/) un artículo en el que describe el plan contra la patria de Bolívar, que compara con el empleado en Ucrania.

-¿Cuál es la estrategia de desestabilización que, en su criterio, comenzó en Venezuela?

-La estrategia es en realidad vieja, aplicada ya en infinidad de países. En el artículo que publiqué en mi blog y en varios medios: Venezuela, Ucrania, Siria, Libia…. la misma (o similar) estrategia de subversión violenta, hacía referencia a como está compuesta esta estrategia de varias fases.

La primera fase, de acuerdo con Itulain, consiste en que “los medios de comunicación corporativos y las ONG, financiados ambos por el poder económico occidental, realizan una campaña de difamaciones, falsas acusaciones, de denuncias, para desprestigiar al gobierno y crear alarma social”. De este modo “se crea una justificación para las actuaciones que se preparan en las siguientes fases, buena parte de ellas con medios violentos”, agrega.

De acuerdo con su análisis, “en esta fase de desinformación y difamación tienen un papel muy importante, además de los medios de comunicación, organizaciones apodadas como ‘humanitarias” que “falsifican los hechos o bien utilizan una doble vara de medir muy notoria”. Así, señala, “pretenden mostrar una mala imagen del Gobierno, en este caso el venezolano, indicando que vulnera los derechos humanos, cuando en realidad está defendiendo lo que defendería cualquier gobierno, que no haya violencia y que se respete la integridad de sus propios ciudadanos”.

Estos grupos, además, “callan ante la violencia organizada para provocar los altercados y de ese modo ocultar los motivos que tiene el Gobierno para actuar, ya que se enfrenta no a una manifestación, sino a una insurrección violenta”.

Itulain critica a Amnistía Internacional, que en su criterio “ha actuado en beneficio del poder económico occidental, del que recibe cuantiosas ayudas económicas y apoyos, y en perjuicio de los intereses de la gente de Venezuela y del gobierno de Venezuela, antes de Chávez y ahora de Maduro”. A su juicio, “Venezuela y los demás países de América que quieran ser independientes deben plantearse seriamente la expulsión de esta organización, que no vela por los derechos humanos, sino que utiliza los derechos humanos con fines económicos o políticos, en beneficio de las grandes corporaciones occidentales”.

GRANDES DOSIS DE VIOLENCIA

En la segunda fase, agrega Itulain, las ONG y los medios de comunicación, “junto con los servicios de inteligencia, promueven manifestaciones de protesta y algaradas, que buscan romper la paz social”. De hecho “utilizan grandes dosis de violencia, como vimos en las algaradas provocadas por grupos violentos que están financiados y apoyados desde el exterior”.

De esta forma “buscan la reacción del gobierno, que será condenada por las ONG y los medios de comunicación, calificando a este de represor, tiránico y que viola los derechos humanos. Eso sí, estas ONG y medios de comunicación silenciarán la causa de los altercados, la violencia ejercida por estos mercenarios al servicio de las grandes corporaciones que buscan desestabilizar el país”.

La tercera fase, sostiene el investigador, “llega cuando se ha conseguido desprestigiar y acusar, bajo falsificaciones, al gobierno objetivo, de agredir a su propio pueblo y de haber perdido legitimidad. Aquí se suele producir una intervención militar, bien mediante golpe de Estado, con incluso magnicidio, o bien mediante una invasión y ataque militar a gran escala, como el que se hizo contra Libia, Irak o Yugoslavia, o se quería hacer contra Siria”.

Por último, señala, una vez que el país ha sido “sometido mediante la barbarie, la destrucción y el terror”, se procede “a su colonización y a llevar a la ruina al país y a sus gentes, convirtiéndolo en un país subdesarrollado y anulado. Este es el objetivo final, la explotación exterior”.

LA COLONIZACIÓN

-¿Qué relación tiene con lo que sucede en Siria o Ucrania? ¿Qué se busca con ella? ¿En qué consiste?

-Bien, en la pregunta anterior, al explicar las fases de la estrategia de desestabilización de un país, hablaba de la colonización final. Esta es la relación: los países atacados son independientes o mantienen cierta independencia económica, es el caso de Siria, Ucrania o Venezuela, y era el de Libia. Esto no lo tolera el mundo tiránico de las corporaciones occidentales, que quieren establecer una dictadura a escala mundial.

-¿Qué se busca con la creación de la imagen del gobierno represivo y dictatorial? ¿En qué se intenta fundamentar esa imagen en el caso venezolano? ¿Hay un guión preestablecido?

-He comentado qué se busca con crear esta mala imagen del Gobierno, y no es otra que presentar una justificación para las que de por sí serían injustificables actuaciones de injerencia externa en la soberanía de un país, además utilizando la violencia.

En el caso venezolano “tratan de mostrar una visión irreal de Venezuela. Venezuela nunca ha estado tan bien como en tiempos de Hugo Chávez o de Nicolás Maduro, los venezolanos nunca habían vivido tan bien”. Ahora, aseveró, “tienen derechos, son personas, no son nadies, como lo eran antes. Esto no lo tolera la intolerante clase alta venezolana ni sus socios, las grandes fortunas extranjeras”.

DEVOLVERLA A LO QUE ERA: UNA COLONIA AL SERVICIO EXTRANJERO

-¿Qué se quiere hacer con Venezuela, y por qué? ¿Qué implicaría una ruptura del orden constitucional en Venezuela?

-Con Venezuela se intenta volver a lo que era antes: poco más que una colonia en servicio de las fortunas extranjeras y de las fortunas locales. Que amplias multitudes de personas malvivan, pasen hambre y vendan su dignidad para tratar de sobrevivir a la inmensa pobreza y falta de recursos en las que se ven rodeados. Todo ello mientras otros, unos pocos, derrochan en lujo y vicios unas vidas vacías, carentes de humanidad y principios.

El orden constitucional “no debe romperse en ningún momento”, insiste Mikel Itulain. “El Gobierno venezolano cuenta con el apoyo de la mayoría de su población y de una enorme cantidad de gente, no solo en América, sino en todo el mundo, también en Europa. Las mentiras mediáticas aquí, en el País Vasco o en la misma España, no han logrado el efecto deseado”.

T/ Vanessa Davies
F/ Cortesía Mikel Itulain/Archivo