Horacio Elorza compartió experiencias con 3era cohorte de Cronistas de la UNEY

11.11.2013 16:36

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Prensa Oficina del Cronista de San Felipe

Foto: Magaly Martínez

 

“Yaracuy goza de buena salud por el comportamiento espiritual de su gente, a través de la actitudes populares, hábitos y valores, por lo cual ha sido señalado como el lugar de donde surgieron las leyendas, historias y tradiciones plenas de identidad regionales que los cronistas abordamos para que se preserven en el espacio y tiempo hacia el conocimiento y disfrute de esta y futuras generaciones”.

Fue parte del comentario inicial del doctor Horacio Elorza, durante su participación como facilitador de la 3ra cohorte del Diplomado para la formación de cronistas “Gilberto Antolínez”, que adelanta la Uney, en el Centro de Estudios para la Hospitalidad y el Turismo (Cehotur), quinta Colibrí en San Felipe, donde destacó que “en cada rincón de Yaracuy se refleja una amplia diversidad de ambientes revestidos de costumbres populares que representan el sentir de cada región o espacio geográfico reflejados en la música, la vestimenta, la forma de hablar y los festejos públicos representativos de la entidad”.

Estas experiencias culturales, enmarcadas ya como costumbres, le otorgan sentido de identidad a las poblaciones y refuerzan el efecto de pertenencia, de cuyas tradiciones se nutren las comunidades organizadas otorgando un sentimiento de apropiación y acercamiento hacia nuestras raíces, tal como el Velorio de la Cruz de Mayo, las fiestas patronales en honor al Patrono San Felipe,  la Feria de Mayo, la parranda de San Juan, las riñas de gallos, los toros coleados, el Velorio del Niño de los Cachitos y el mito de María, tan solo por nombrar algunas manifestaciones originarias, y es ahí donde los cronistas hacen gala de sus letras para enmarcarlas como hechos relevantes de la micro historia regional y local, apuntó Elorza.

De ahí la importancia de la crónica y los cronistas como guardianes de identidad al mantener, vigilar, custodiar y difundir nuestras tradiciones y memorias, con el fin de asegurar la permanencia de nuestras costumbres e historias locales para reforzar nuestra identidad nacional, regional y local en el contexto económico, social y cultural, en base a la objetividad, buena escritura y el respeto, puntualizó Elorza.

Cortesía de Prensa Oficina del Cronista de San Felipe/Magaly Martínez/Cultura