Ley de Amnistía: todo un engaño
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Fotos de Italo Urdaneta para NotiyaraDigital.com
Cuando no se es jurista no es fácil analizar temas que tienen que ver
con leyes, sin embargo si nos detenemos a leer el contenido de la Ley
de Amnistía, que aprobó hace escasos días la oposición en la Asamblea
Nacional (AN), podemos determinar que la controvertida Ley fue
preparada con toda la intención de que ésta fuera rechazada, no solo
por el gobierno, sino también por sectores importantes de la opinión
pública nacional.
Cualquiera que nos estuviese leyendo dirá que eso no tiene sentido o
que andamos totalmente equivocados, pero el análisis nos lleva pensar
que hubo toda una estrategia que permitiera, como dice el dicho, estar
bien con Dios y con el diablo, y esa es una realidad.
En conversaciones privadas que tuvimos recientemente con un buen
amigo, columnista y por demás, buena pluma, nos ponía al tanto que
este hecho respondía a una estrategia política, montada por algunos
sectores de la oposición, que mantienen serias diferencias de
liderazgo internamente.
Antes de develar la razón poderosa que hizo que la Ley de Amnistía
fuese redactada, presentada, discutida y aprobada, de la manera que se
hizo, nos preguntamos: ¿Cómo se puede entender que expertos en la
redacción de leyes hayan sucumbido ante semejante adefesio jurídico,
que el más simple mortal, apegado a la justicia, de inmediato la iba a
rechazar o condenar?
Veamos: La Ley de Amnistía libra de condena alguna a todos aquellos
que se le siguen causas judiciales o hayan sido imputados, acusados o
condenados, por la vinculación con la posesión y el tráfico de armas y
explosivos.
Incluso, se les concede amnistía a los responsables de los delitos
cometidos con motivo del paro nacional y petrolero declarado y
ejecutado desde los últimos meses del 2002 y hasta los primeros meses
del 2003.
El Artículo 12 ampara igualmente con amnistía a los responsables de
los hechos relacionados (caso Leopoldo López) con la propuesta
denominada “La Salida”, que generó de inmediato las “guarimbas” y
actos violentos con la fatal cifra de 43 víctimas, brutalmente
asesinadas.
Igualmente se concede amnistía a quienes están involucrados en el “Acuerdo
Nacional para la Transición”, (caso Antonio Ledezma) suscrito también
por María Corina Machado y Leopoldo López, el día 11 de febrero de
2015, y con el llamado público a suscribirlo o respaldarlo, violando
así la Constitución.
El Artículo 24, por ejemplo, concede amnistía a los responsables de
los delitos de sustracción de efectos y bienes de las Fuerza Armada
Nacional, incluyendo, incluso, el abuso de poder y las faltas al
decoro militar.
Quedarían también libres de toda responsabilidad aquellas personas que
están señaladas de participar en el año 2010, dentro y fuera del
territorio de la República, en la reunión denominada la “Fiesta
Mexicana”, para establecer todo un plan que permitiera la caída del
gobierno nacional, legítimamente constituido.
El descaro incluye dar amnistía a los Jueces y Fiscales del Ministerio
Público que hayan incurrido en faltas, en ocasión del desempeño de sus
funciones.
Es decir, se estaría perdonando o premiando, precisamente, a quienes
tienen la responsabilidad de promover el decoro, la paz y la justicia
en el país.
Más allá de otras aberraciones, la amnistía se extendería “a todos los
autores, determinadores, cooperadores inmediatos y cómplices en
hechos punibles, hayan sido o no imputados, acusados o condenados”.
Así pues que la Ley de Amnistía deja claramente al descubierto que no
fue preparada con sindéresis, con equilibrio, mucho menos apegada a
los preceptos de la justicia.
Nuestro amigo, en este sentido, fue claro y preciso: “La ley fue
preparada de tal manera que de inmediato pudiera generar rechazo, no
solo por el gobierno, sino por los distintos sectores de la opinión
pública nacional”.
“La idea es evitar que el líder de Voluntad Popular, (VP), Leopoldo
López, salga en libertad, pues sería un obstáculo de peso para impedir
que Enrique Capriles, Antonio Ledezma o María Corina Machado y ahora
el propio Ramos Allup, puedan llegar a la presidencia”.
Es evidente que una vez que López logre su libertad también aspiraría
a ocupar el sillón de Miraflores. De hecho su candidatura dividiría,
más aún, las tendencias opositoras que aspiran la presidencia de la
República.
De esta manera se puede deducir que el sector de la oposición más
fuerte de la AN, en claro complot con este hecho, le da cumplimiento a
uno de los compromisos internos adquiridos, como era promulgar una
Ley de Amnistía, una vez que tuvieran mayoría en la AN.
Desde luego, la Ley tal como fue redactada, para generar rechazo al
mismo tiempo, protege, como ya hemos dicho, las aspiraciones de
Capriles y hace creer que la oposición de la AN desea o busca con
marcado interés la libertad de López, junto a otros tantos que se
encuentran detenidos por promover la caída del gobierno del presidente
Nicolás Maduro.
*Periodista
italourdaneta@gmail.com
Cortesía de Italo Urdaneta/ Opinión