Los trastornos psicológicos más comunes y más difíciles de diagnosticar

01.09.2017 19:08

Nadie es inmune a padecer trastornos psicológicos. De hecho, existen ciertos problemas relacionados con la salud mental que se presentan de una forma más común de lo que se piensa. Pero este tipo de problemas no son tan aceptados por ciertas sociedades. Por lo tanto, no se habla tanto al respecto, y el poco acceso a la información hace que la persona no consiga determinar que algo no está del todo bien.

 

La situación ocurre en torno a problemas que se presentan con gran frecuencia, y que no discriminan en cuanto a edad, clase social o nacionalidad. Este tipo de trastornos, de no ser tratados de forma profesional y a tiempo, pueden afectar otros aspectos de la salud de la persona. De llegar a un extremo, incluso pueden presentar síntomas físicos.

 

Las causas de la aparición de este tipo de trastornos son muy variadas y afectan de forma diferente a cada individuo. Por eso se recomienda consultar con un profesional que pueda determinar los aspectos requeridos, para conseguir un correcto tratamiento que funcione de forma particular con la persona afectada.

 

Puede que padezcas alguno de estos trastornos, o que alguien cercano a ti esté lidiando con este tipo de problemas sin que lo hayas notado. El conocimiento y la información sobre temas de salud mental es vital, como también lo es conseguir la ayuda adecuada. Conoce los trastornos más comunes:

 

Fatiga crónica

 

Responder a la pregunta de qué es la fatiga crónica no resulta sencillo. En principio, porque la fatiga crónica es un problema poco comprendido. Quienes la padecen suelen pensar que solo están cansados por sus jornadas diarias. Pero la gravedad de este trastorno va un poco más allá. Con solo el descanso no se soluciona el problema, pero con un tratamiento adecuado se puede superar.

 

Cuando el cansancio se vuelve extremo, y no desaparece con el paso del tiempo o con el descanso regular, se trata de fatiga crónica. Si la padeces, tendrás dificultades para realizar algunas actividades que antes te resultaban sencillas. A veces viene acompañada de insomnio y malestar general. También puede presentar dolores musculares, abdominales o incluso dolor de garganta.

 

Estarás más sensible de lo normal a la presencia de iluminación prolongada o a los sonidos. Podrás marearte, perder el equilibrio o sentir náuseas. Los síntomas son muchos y su aparición depende del tipo de fatiga que presentes. Algunas veces, es la causa de otros tipos de trastornos psicológicos, como la depresión o la ansiedad, y puede causar apatía.

 

Este tipo de síntomas pueden estar asociados a otro tipo de problemas. Por lo que se requiere realizar estudios físicos para descartar cualquier otra causa.

 

Apatía y desmotivación

 

Otro problema poco abordado son los temas de la apatía y la desmotivación. La apatía y desmotivación suelen generar bastante malestar, no solo a la persona que lo padece, sino también a su entorno. Se debe contar con psicólogos expertos para tratarlo de la forma adecuada.

 

Este tipo de problemas se caracteriza por una falta de interés en general, casi nada genera reacciones emocionales en la persona. Esas reacciones incluyen la felicidad, pero también la rabia o tristeza. Como consecuencia, disminuye la cantidad de actividades en las que se involucra la persona afectada, tanto en el trabajo como en su tiempo de ocio.

 

Suele estar asociado con una fuerte sensación de desesperanza. Pierdes la iniciativa en todos los aspectos de tu vida, y puede que incluso dejes a un lado el cuidado adecuado de tu salud. Se presenta, por lo general, cuando la persona se encuentra bajo mucha presión, o con altos niveles de estrés. También cuando el individuo se encuentra cansado, con sueño o bajos niveles de energía por no contar con las horas de descanso adecuadas, o cuando está aburrido de sus actividades rutinarias.

 

Es importante contar con un buen equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Cuando la vida social y afectiva se ve reducida, puede presentarse la apatía. El consumo de alcohol en exceso también puede producir este efecto.

 

Inseguridad

 

Un tercer problema psicológico es el complejo de inferioridad y la inseguridad. Las características del complejo de inseguridad son una baja autoestima, la dependencia de otras personas y la falta en la toma de iniciativas. Estos problemas pueden tener un impacto negativo a largo plazo, pero con un tratamiento psicológico adecuado pueden superarse.

 

Este tipo de problemas puede estar asociado con la infancia de la persona y el entorno familiar en el que creció. Cuando se tuvo un entorno con sobreprotección, la persona no contó con la independencia necesaria para desarrollar sin inconvenientes su personalidad. Por lo tanto, al llegar a la edad adulta, la inseguridad se hace notable, al igual que el complejo de inferioridad y la constante búsqueda de aprobación.

 

En otros casos, se puede presentar cuando la persona está acostumbrada a recibir comentarios negativos sobre sí misma, o respecto a las actividades que realiza. En especial, si este tipo de comentarios son frecuentes desde la niñez. En un momento dado, la persona intentará comparar su situación con la de quienes la rodean, rebajará su valor propio y el de las metas que haya alcanzado, y su autoestima se encontrará constantemente baja.

 

En estos casos, es necesario que el afectado inicie un tratamiento psicológico que lo ayude a obtener una percepción realista sobre la vida y de sus logros en ella. Aprenderá a valorarse, y conseguirá contar con una calidad de vida diferente.

 

Todos estos problemas psicológicos pueden superarse con los tratamientos adecuados. Es importante contar con un psicólogo especializado. Existen centros profesionales dedicados al tratamiento de estos problemas. Cepsim Madrid cuenta con psicólogos expertos en terapias presenciales y online. Depende de cada persona dar el primer paso hacia su recuperación. ¡Adelante!

 

 

Fuente Panorama.com.ve/Salud