No más inseguridad en Yaritagua / Belkys Alicia Pérez

08.08.2013 17:31

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Con una muesca inicio este escrito sobre un tema que amerita reflexión de cada ser que pise las tierras de Santa Lucía, como es sobre el flagelo de la inseguridad.

Para los yaritagüeños, principalmente aquellos que vivimos y disfrutamos de un pueblo tranquilo unas décadas atrás, es triste e incompresible ver que las nuevas generaciones se estén matando por haber tomado un camino equivocado y dañino como es el de la delincuencia. En otro caso se da que muchachos inocentes son víctimas de ese flagelo delictivo que atrapó a esta sociedad, pagándolo con sus vidas.

Siempre he analizado que no hay problema sin solución, por eso mantengo la esperanza que todo esto en algún momento debe acabar y que sea retomada la tranquilidad, que tanto ha caracterizado a los yaritagüeños.

Como integrantes de esta sociedad yaritagüeña actual, no nos permitamos tomar las cosas tan soslayadamente y sólo sumergirnos en hacer comentarios mientras existen madres tristes y un sinfín de familias enlutadas en nuestro pueblo.
Hay que actuar, y preferiblemente desde el seno de los hogares. Es necesario que madres, padres, tías, tíos, hermanos y todo ese linaje familiar se sienten en familia y conversen sobre cuál es el futuro que desean para los muchachos del presente y mañana.

En esa reunión familiar se debe reflexionar sobre de los peligros que acechan en contra de la humanidad; mientras a su vez se enseña de esos valores fundamentales como el respeto, la comunicación, entre otros principios básicos para la convivencia familiar y ciudadana.

Hay que recapacitar qué como humanos, hijos todos de Dios, no debemos violentar los derechos a terceros ni hacer daños, porque existe una ley divina que a la final nos pasa cuenta, ¿cómo? no se sabe pero se encarga de que paguemos por los errores cometidos.

Otra cosa es que si cometemos un error se debe rectificar y reconocer; también es de sabios saber perdonar, eso alivia el alma y el espíritu y es de agrado a Dios.

En esta vida hay muchas cosas por hacer, por eso Dios no proveo de inteligencias y grandes capacidades que nos permite tomar las más sabias decisiones por el bien de todos.

Hay que reconocer que, en algún momento, los humanos pasamos por momentos de crisis, bien de salud, económicas, amorosas, pérdidas de un familiar, en fin, pero todo por difícil que sea se supera y se sale adelante, todo está que en la fe en Dios y en sí mismos.

Como hijos de estas tierras de Santa Lucía no dejemos que todo se venga abajo, retomemos ese gentilicio que los yaritagüeños somos los mejores, los más chéveres, tranquilos, hospitalarios, serviciales, amigos, alegres, tantas cosas buenas y bonitas.

Mientras que los organismos e instituciones públicas, entre ellas de educación, deporte, salud, Iglesia, seguridad, entre otras, también deben aportar todo el esfuerzo y trabajo para que Yaritagua retome sus paz y tranquilidad que todos anhelamos.

Cortesía Belkys Alicia Pérez B.
Correo: avisosyadyaritagua@gmail.com