Por Italo Urdaneta ¡El auto gol de Argentina..! (Opinión

24.11.2015 13:37

Notiyaradigital

“Por Todo El Cañón"
 
por Italo Urdaneta

 

Ya es un hecho irreversible que en Argentina ganó este domingo las
elecciones presidenciales el candidato de centro-derecha, Mauricio
Macri, con un 51,41% de los votos frente al 48,6 % del candidato del
peronismo  Daniel Scioli.

Desde luego, el triunfo de Macri en Argentina ha despertado aquí en
Venezuela grandes expectativas, por cuanto el panorama político
Latinoamericano, con este triunfo de la derecha,  pareciera que
comienza a dar un giro a favor de las políticas del capitalismo,
representado, en este caso, por el Fondo Monetario Internacional (FMI)
y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Desde que el presidente Hugo Chávez llegó al poder en Venezuela lo
primero que hizo fue enfrentar las recetas del FMI, por cuanto iban en
contra del pueblo venezolano, (sigue siendo así) que está llamado a
sacrificarse para cumplir con los compromisos contraídos con esos
entes internacionales financieros.

Recordemos que Chávez a principios del gobierno revolucionario lo
primero que hizo fue pagar la deuda externa existente con el FMI, lo
que nunca antes se había podido hacer en los gobiernos de la cuarta
república.

Eso dio paso a que el gobierno de Chávez, que se declaró plenamente
revolucionario y socialista, pudiera establecer políticas sociales,
con apoyo de nuestra principal industria petrolera (Pdvsa), en función
de las familias más vulnerables del país.



Fue así entonces que se crearon las primeras misiones que hoy siguen
activas beneficiando a la nación, entre las cuales vale mencionar la
Fundación Misión Barrio Adentro, Fundación “Samuel Robinson” y la
Fundación “José Félix Ribas”.

También se crearon la Fundación Misión Sucre, Fundación Proal, la
Fundación Misión Vuelvan Caras, la Fundación Misión Hábitat, la
Fundación Misión “Piar”, la Fundación Misión Cultura, la Fundación
Misión Identidad, la Fundación Adulto Mayor y las Misiones Sonrisa,
Milagro y “Jose Gregorio Hernández”, con apoyo del gobierno de Cuba.

Libre Venezuela de tener que  seguir cancelando una deuda que casi fue
impagable, al FMI, eso le permitió al presidente Chávez profundizar
los programas sociales  sobre todo en materia de vivienda, que hoy
continúa llevando adelante el gobierno del presidente Nicolás Maduro.

Un hecho que ha marcado historia en el país ha sido la inclusión de
cientos y cientos de personas de la tercera edad en las pensiones del
Seguro Social,  a las cuales se oponen los candidatos de la oposición
cumpliendo directrices del FMI.

¡A que tiene ahora que enfrentarse el pueblo de Argentina con el
triunfo de Macri en ese país?

Seguramente con el apoyo del imperio y la astucia mediática de los
medios de comunicación social, entre ellas CNN, el nuevo presidente
irá inyectándole al país, poco a poco, el elíxir de las recetas del
FMI en conjunto con una serie de  propuestas que partirán del mundo
capitalista, al cual pertenece el propio Macri.

Vale destacar que el nuevo presidente de Argentina integra una de las
8 familias más ricas de esa nación y en la actualidad se le
contabilizan 48 empresas de gran poder en su haber.

Venezuela, al frente con el presidente Nicolas Maduro, se niega volver
al pasado y continúa enfrentando cualquier posibilidad de caer de
nuevo en las garras del FMI, como es la clara intención de los
miembros de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

El legado del presidente Chávez sigue su marcha indetenible a favor de
los sectores más vulnerables del país y el pueblo de Venezuela así lo
siente.

La experiencia traumática que le quedó a la república con el famoso
“paquetazo” del presidente Carlos Andrés Pérez (Cap), aún es recordada
 con pena y dolor.

Recordemos que una vez que se aplicaron las políticas del FMI, en el
segundo período de Cap, a los pocos días el pueblo angustiado, sin
posibilidades practicas de subsistencia, no le quedó más remedio que
bajar de los cerros de Caracas a mitigar un pedazo de pan, lo que
causó de  inmediato un efecto dominó en todo país para rechazar las
nuevas políticas económicas.

El gobierno de Cap, en aquel entonces, no tuvo piedad. Una vez que se
fomentaron los saqueos ordenó al ejército y a los cuerpos policiales,
desligados en ese momento del pueblo, disparar a mansalva en contra de
esos venezolanos que salieron a la calle ante la hambruna que padecía
el país.

Se calcula que en “El Caracazo” fallecieron unos 3 mil compatriotas
como  consecuencia de las balas disparadas por policías y militares,
aunque el gobierno adeco solo admitió mil bajas.

Los argentinos ahora, con el revés que le han dado a la política en su
país,  deberán soportar irremediablemente despidos masivos en la
administración pública. Privatización de los servicios públicos. Cero
recursos para los programas sociales y la eliminación de los subsidios
habitacionales.

En Venezuela, a demás de estas cargas del FMI, que igual tendrá que
soportar Argentina, se quiere reducir la transferencia de recursos a
los Consejos Comunales. Incrementar las tarifas del sector eléctrico y
el transporte público. Congelar el monto de la pensiones otorgadas por
el IVSS, las cuales estarían por debajo del salario mínimo y no
pensionar a personas que no hayan cotizado, ni tampoco a aquellas que
no hayan completado las cotizaciones.

Además la oposición en nuestro país desea reformar el sistema bancario
y eliminar las carteras de créditos obligatorias a sectores especiales
(agricultura, turismo, industria) y las tasas de intereses
preferenciales determinados por el BCV.

La MUD, a través de sus candidatos, quiere igualmente  suprimir los
controles de precios de los bienes y servicios. Plantear una nueva
política petrolera y minera, incluyendo aumento a la gasolina, abierta
al capital extranjero y entregar las tierras y empresas expropiadas a
sus antiguos “propietarios”.

En definitiva  a Venezuela le espera -en el supuesto negado de llegar
a ganar la oposición- (pronto lo veremos en Argentina), tener que
aceptar un incremento gradual pero constante y significativo de las
tarifas de servicios públicos como teléfono, agua potable,
electricidad y gas doméstico, incluyendo el transporte público.



Es evidente que en Argentina habrá que esperar, y no creemos que mucho
tiempo, para oír ese grito guerrero que da la fanaticada en un partido
de futbol cuando un jugador del mismo equipo le marca un tanto a su
propio guardametas: ¡ autoooo gooool..! ¡..nos dimos un autoooo goool,
cheee! ¡ Nos dimos un autooo goool..!

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