por Italo Urdaneta: Reflexiones sobre la Misión Barrio Adentro… (Opinión)

04.02.2016 15:09
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“Por Todo El Cañón”

por Italo Urdaneta

 

Hoy nos vemos en la necesidad de hacer algunos señalamientos en torno
a la Misión Barrio Adentro que tan acertadamente convino el presidente
 Hugo Chávez Frías con el gobierno de Cuba, en el momento que aún
presidía el gobierno de ese país el comandante Fidel Castro.

Ante esta inquietud, debemos manifestar que nos sentimos con sobrada
autoridad moral para abordar lo que hoy desarrollaremos en esta
entrega, pues fuimos pioneros desde el estado Yaracuy en recibir a las
primeras avanzada de médicos cubanos que vinieron a Venezuela a
promover este fabuloso programa, en el momento que integramos el
gobierno regional del profesor Carlos Giménez.

Quienes adversan a la revolución desde un principio asumieron ataques
en contra de Barrio Adentro. Los médicos cubanos han sido objeto de
descalificaciones e inmerecidas burlas, al extremo que se ha
pretendido hacer creer que no están preparados para ejercer la
medicina.

Solo el pueblo de a pie, aquel que sufre de males y de desagradables
enfermedades, son los únicos que saben perfectamente lo exitoso que ha
sido que los médicos cubanos hayan venido a nuestro país a contribuir
con la salud de los venezolanos.

Es por ello que por los hermanos profesionales de la medicina cubana
sentimos un profundo respeto y cariño, porque incluso  hemos sido  uno
de sus pacientes y al mismo tiempo compartimos nuestro hogar con
varios de ellos desde que se instauró el programa.

Somos del criterio que son muy pocos los de la oposición que se han
puesto en el pellejo de esos coterráneos que han dejado en su bella y
amada Cuba, esposa, hijos y padres, para venir a cumplir con el
convenio de Barrio Adentro.

Por lo general esa oposición negada a aceptar lo bueno de la
revolución no reconoce que estos hermanos cubanos han venido a nuestro
país, como se dice en criollo, a meternos las tripas, porque negar que
la medicina en Venezuela iba a toda carrera camino a la completa
privatización, es pretender tapar el sol con un dedo.

Se nos viene a la memoria que Venezuela, antes de que llegara la
revolución, carecía totalmente, por dar un ejemplo, de centros que se
dedicaran a dar terapias a los pacientes que así lo requerían, de allí
que la creación de las Salas de Rehabilitación Integral (SRI), junto a
los Centros de Diagnóstico Integral (CDI), son visto por la mayoría
del pueblo como un programa exitoso.

Más allá de Barrio Adentro, vale recordar que también Venezuela con
Cuba firmó el convenio de asistencia, desde la isla hacia nuestro
país, del  Programa del Pie Diabético.

Muchos ignoran, incluso médicos venezolanos, que Cuba es el único país
 del mundo que produce un producto farmacológico  llamado Herbertprot
P, que al ser oportunamente suministrado a los pacientes que sufren de
pie diabético puede evitar la amputación.

De hecho este excelente convenio ha permitido, desde que se empezó a
suministrar el Hebertprot P en todo el país, a disminuir la tasa de
mortalidad por la terrible enfermedad de la diabetes y desde luego a
salvado las extremidades  de muchos pacientes que la sufren.

Dios quiera que ninguno los detractores de los médicos cubanos tengan
la desdicha de sufrir ese terrible mal, aún así ellos están prestos
aquí en el país a brindarles el apoyo médico con el Herbertprot P,
para  evitar una frustrante  amputación.

Barrio Adentro, al mismo tiempo, participa en la formación de médicos
integrales comunitarios con marcado éxito, para reforzar así los
programas de salud preventivos.

Así pues que hecha esta aclaratoria pasamos ahora a decir lo que
ocurre en  lo interno de Barrio Adentro y que ha motivado, a nuestra
manera de ver, que muchos de estos hermanos cubanos hayan decidido
desertar debido a políticas erradas que vulneran sus intereses.

En lo personal estoy claro que no debemos inmiscuirnos en las
políticas internas del programa de Barrio Adentro, pero siempre hemos
dicho que todo aquel que viene a Venezuela debe adaptarse a la vida de
nuestra nación y disfrutar -al mismo tiempo- de las bondades y de los
espacios de que goza el país, desde luego apegados a nuestras leyes.

Por ello refutamos la prohibición de que ningún médico cubano puede
salir de su entorno a conocer, en sus días libres, parte de los
espacios de la nación.

Incluso sabemos que se les prohíbe compartir con los vecinos  en donde
se hospedan. Menos asistir a fiestas en horas de la noche o
simplemente participar en un cumpleaños en donde se va  a partir una
torta.

Esto a nuestra manera de ver es innecesario. He podido palpar in situ
que los amigos cubanos no pueden ni siquiera en las fechas de fin de
año celebrar el advenimiento del nuevo año  en otros lugares.

Es necesario recordar  que en Venezuela se vive en democracia y eso
nos da el derecho y la libertad, incluso para todos aquellos que nos
visiten, poder desplazarse por todo el territorio nacional, libre y
sin ningún tipo de ataduras.

Una cosa es recomendarles a los hermanos cubanos que se cuiden, por
aquello de la delincuencia y otra es mantenerlos aislados, encerrados,
prácticamente presos, sin derecho a compartir incluso con las propias
familias en donde habitan.

CASO TERESA….

A mi memoria llega el desagradable episodio que ocurrió con Teresa.
Está médico cubana fue una de las pioneras en venir al país a cumplir
con el programa de Barrio Adentro.

A Teresa se le ubicó en una comunidad carente de servicios médicos,
pero como hogar se le dio alojamiento en un rincón de un garaje
abierto que no tenía paredes, puertas, baño, ni sala sanitaria.

Era tan deprimente el lugar donde se le dio alojo a Teresa que un
recinto carcelario gozaba de mayores servicios.

Recuerdo que solo una sábana improvisada como cortina fue puesta en el
rincón del espacio que se escogió para poner una camita de hierro que
casi tocaba el suelo para que durmiera esta profesional de la
medicina.

Ante semejante acto inhumano decidimos invitar a Teresa a ocupar, de
manera gratuita y sin ningún interés, una de las habitaciones de
nuestro modesto hogar.

Incluso está medico mientras estuvo en el anterior refugió no percibía
las tres comidas del día. Solo se le daban migajas, como si fuera una
pordiosera o mendiga.

Una vez instalada en nuestro hogar, a solo unas diez cuadras de su
sitio de trabajo, a Teresa se le asigno una modesta habitación con
sala de baño privada, aire acondicionado, televisor y un buen closet,
pero a los ocho o diez días de estar compartiendo con nuestro núcleo
familia, fue visitada por otras colegas que la adularon por el cambio
que  había experimentado.

Esta visita bastó para que Teresa tuviera que salir de nuestro humilde
hogar como tapa de corcho.

Sus colegas de Cuba corrieron a mal ponerla con sus superiores.
Estuvieron a punto de regresarla a la isla y de nuevo tuvo que
retornar a aquel monstruoso espacio en donde se enfermó y estuvo a
punto de morir.

Nos enteramos después que la pobre Teresa estuvo 15 días sin ingerir
prácticamente alimentos. Otras colegas debieron llevársela a sus
residencias para atenderla y recuperarla.

Preguntamos: ¿qué se ganó con el extremismo que se le aplico a
Teresa?. Desde luego que nada.

La amiga Teresa muy poco la vimos después, incluso pensamos que se le
prohibió que se nos acercara, pues más nunca nos visitó. Ella
finalmente  cumplió sus tres años de servicios en nuestra ciudad y
regresó luego a Cuba.

Por otra parte se nos ha hecho saber, desde otras latitudes del país,
que hay coordinadores cubanos que no saben gerenciar. Que solo están
pendientes del hostigamiento y del chisme. Por ello maltratan  a los
mismos coterráneos cuando éstos logran entablar alguna amistad sincera
con venezolanos.
Incluso se nos ha informado que una de estas coordinadoras ha dicho en
forma peyorativa que ”los venezolanos solo tienen arepas y caraotas en
la cabeza”.

“La amistad solo es promovida si deja dividendos, cosa que la mayoría
de los cubanos, aquí en nuestro país, se niegan aceptar”, se nos ha
dicho también.

“Si una cubana o cubano por casualidad comienza una relación de
intimidad con un venezolano o venezolana  de inmediato se le persigue
y se le hostiga, a menos que informe detalles de esa relación. Esto,
desde luego hace que se pierda la confianza en ese cubano”, nos dice
la fuente.

En el estado Portuguesa, por ejemplo, se nos asegura que un alto
promedio de médicos cubanos fueron devueltos a la isla, porque uno de
ellos que desertó dio a conocer supuestas irregularidades que son
consideradas actos de indisciplina.

¿Qué se deduce de todo esto?. Simplemente que la Coordinación
nacional de Barrio Adentro no confía en sus connacionales.

Se pretende –incluso- prohibirles que practiquen sexo. Así como se
lee. Algo ilógico, inhumano, pues los propios animales a diario buscan
realizar está práctica, como entonces exigirle a seres humano que no
lo hagan?.

Estas políticas erradas, desde luego, ha generado serios rechazos
entre los propios médicos cubanos y es quizás una de las causas que
promueven cada día la deserción.

A favor de Barrio Adentro podemos informar, por otra parte, que el
gobernador de Yaracuy, Julio León, acaba de apartar unos de los
edificios de la Ciudadela “Hugo Chávez Frías”, con 48 apartamentos,
para reagrupar allí a todos los médicos cubanos de Barrio Adentro,
porque los hoteles y posadas en donde están alojados están exigiendo
nuevos aumentos por sus estadías y no hay dinero.

Se nos asegura también que van a contar además con servicio gratuito
de transporte,  para brindarles así mayor seguridad.

En lo personal creemos que el gobierno del presidente Nicolás Maduro
debe mantener vivo el convenio de Barrio Adentro, aunque se nos
asegura igualmente que la nómina de los médicos será reducida a la
mitad, ante la crisis que afecta al país.

De todo esto deducimos que la Misión Barrio Adentro ha sido exitosa,
pero necesita de mayor apoyo y colaboración por parte de los
gobernadores y alcaldes.

Es necesario que estos compatriotas puedan también tener acceso, por
lo menos cada 15 días, a los Mercales para adquirir sus alimentos a
precios regulados y no mensualmente como ocurre actualmente.

Los profesionales de la medicina de Cuba igualmente aspiran que se
haga un reajuste de su salario, por cuanto lo que perciben no cubre
las necesidades de una persona.

En la actualidad los CDI  requieren también de mayor apoyo, debido a
la gran demanda de pacientes que diariamente acuden a estos centros en
búsqueda de asistencia médica.

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