por Italo Urdaneta: Una visión de país… (Opinión)

21.01.2016 18:25
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“Por Todo El Cañón”

por Italo Urdaneta

Luego de tomarnos unos merecidos días de descanso por el asueto
navideño, aquí estamos de nuevo tratando de generar opinión  a través
de nuestros modestos comentarios.

Me alegra volver a la actividad diaria del periodismo, ceñida hasta
donde podemos al dictado de conciencia que nos embarga.

A mis consecuentes lectores, viejos amigos y colegas, espero de todo
corazón que hayan recibido el nuevo año con alegría y entusiasmo,
sobre todo llenos de salud y de esperanza y dispuestos a colaborar
para enfrentar la crisis que afecta a todo el país.

De entrada hoy daremos, a nuestra manera de ver, una visión del  país
que permita el entendimiento definitivo entre todos los venezolanos.

Se ha dicho hasta la saciedad que en Venezuela lo que prevalece   es
un antagonismo entre dos sistemas que se repelen como el aceite y el
agua.

Si hablamos del principio del sistema socialista no es otro que aquel
que le ofrece a la ciudadanía, como lo dijo el Libertador Simón
Bolívar, la mayor suma de felicidad posible al pueblo, es decir, su
norte es el hombre.

El presidente Hugo Chávez, ante esta dicotomía, entre socialismo y
capitalismo, dijo en más de una oportunidad que Venezuela
necesariamente no tenía el por qué ceñirse arbitrariamente a uno de
los dos sistemas.

Llamó incluso a inventar y a proponer, en aquel entonces, que
perfectamente el país podía marchar, con la voluntad de todos, si nos
ubicábamos en una especie de centro, que permitiera un equilibrio
entre ambas partes.

Desde luego a lo largo del tiempo, el Comandante eterno inclinó, ante
el rechazo que sintió de los distintos sectores de la oposición, la
balanza de su gobierno por el socialismo. Desde entonces, se
recrudeció el enfrentamiento entre las partes que defienden uno u el
otro sistema.

Nos preguntamos. ¿Quién puede negar que para vivir se necesita
producir?. Entonces nadie puede estar negado a la producción, al
trabajo eficiente y a la inversión.

Si eso es capitalismo, tendremos que hacer uso necesariamente de esta
premisa, pues nadie puede subsistir apartado de la productividad.

¿En qué ha fallado el gobierno?. Si desglosamos el principio del
socialismo, repetimos, éste viene inspirado en el humanismo, es decir,
en la vida saludable y próspera del hombre, de la gente de carne y
hueso, de esas familias que poco tienen para vivir.

Aquí nos detenemos para recordar que en un principio de la revolución
esta premisa la cumplió el presidente Chávez al pie de la letra, pero
desgraciadamente, con el transcurrir del tiempo y ante su ausencia, se
fue descuidando y dejando a un lado con poca valoración.

Es decir, los afamados programas sociales comenzaron a perder
legitimidad, a disminuir su capacidad de acción y de atención, sobre
todo en perjuicio del ciudadano común, debido al sectarismo y, desde
luego,  a la mala administración y a la corrupción.

Indistintamente de aquellos que nieguen o avalen que en el país hay
una guerra económica que busca el colapso total del gobierno, en
ningún momento se ha sabido enfrentar la escasez a que nos sometieron
impunemente.

Las estrategias para golpear en esta dirección desde luego que han
sido efectivas, de allí el resultado electoral del 6D.

Se tomó a la mujer como centro de atención de la familia, para apuntar
los dardos, a sabiendas que la reacción se haría notoria.

¿Qué mujer puede estar contenta cuando se ha atentado en contra de su
belleza, de su feminidad y de su elegancia?

¿A caso es mentira que nuestras bellas damas sufren  cuando no
consiguen por ninguna parte sus productos de belleza, de aseo personal
y pare usted de contar?.

Incluso, soy de los que opina que ante esta crisis, inducida o no, se
nos ha limitado a los venezolanos a la práctica del sexo. Así como lo
oyen.

Las chicas, que tienen todo el derecho del mundo, al igual que los
hombres a descargar esos demonios que azotan nuestros cuerpos, temen
realizar el amor ante la ausencia de los anticonceptivos, que no
aparecen por ninguna parte.

Esa es una gran verdad y una clara frustración. Chicas claras, hombres
responsables se inhiben practicar sexo porque no se sienten protegidos
para hacerlo. Y esto es grave.

Entre tanto, el gobierno no ha tenido la capacidad para enfrentar esta
coyuntura.

Pero más allá del sexo el país sucumbe ante la falta de medicamentos y
alimentos. Nada se consigue. Quienes vivimos gracias a las medicinas
vemos que nuestros días parecieran que están contados.

No se entiende el por qué el gobierno permitió que esta difícil
coyuntura llegara a su máxima expresión.

Si el imperio impide que lleguen de esa región los insumos necesarios
en materia de medicinas, el por qué entonces no se ha traído un barco
repleto de esas necesidades de otros países amigos como China, Rusia,
Irán  o  Brasil, por ejemplo.

Lo cierto es que la crisis que afecta al país ha hecho que todos los
venezolanos toquemos fondo.

El diálogo, entre los grupos antagónicos, es necesario, ineludible,
porque de continuar acentuándose la crisis pudiéramos estar reeditando
otro 27F y eso sería muy lamentable, que la historia y las futuras
generaciones no nos perdonarían.

La caída de los precios del petróleo no solo debe ser preocupación del
actual gobierno. Todos los venezolanos, sin excepción, debemos estar
intranquilos y ansiosos ante esta cruel realidad.

La oposición ha dado un paso importante ante el país. El resultado
electoral del 6D lo ha demostrado. El pueblo quiere cambio, pero un
cambio que le permita vivir mejor, gozar de los plenos derechos que le
consagra la Constitución.

Negarse a buscar un camino viable para enfrentar la crisis es
continuar con la diatriba estéril que en nada contribuirá a salir de
este karma a la nación. De hecho el pueblo está vigilante y ha
demostrado que hoy en día sabe cobrar.

Si el gobierno tiene voluntad de un diálogo claro y sincero está
llamado, como en efecto comenzó a hacerlo, a un entendimiento lógico
con todos los sectores de la sociedad, en especial con los
productivos.

Que vengan los empresarios, que venga la inversión, el libre
intercambio comercial, las importaciones y exportaciones necesarias y
las reglas del juego claras.

El gobierno puede perfectamente, si esa es su intención, continuar con
las políticas sociales sin que afecte al sector privado y a los
inversionistas.

Hay que echar definitivamente a un lado la diatriba, el orgullo, la
terquedad y las imposiciones, pues es deber del gobierno promover la
paz y ser vigilante que las normativas se cumplan,   sin favoritismos
y sin la intención de perjudicar a nadie.

La oposición, más que negarle los requerimientos que hace el  gobierno
ante la Asamblea Nacional (AN), debe igualmente evaluar y apoyar esas
peticiones, siempre y cuando vayan en favor de la economía y del
pueblo.

Nada gana la oposición desde la AN  con pretender acrecentar el nivel
de descontento que siente el pueblo por el gobierno, pues si hay la
clara intención de rectificar eso es bueno y hay que apoyarlo, de
hecho así lo va a entender la opinión pública, pues hacer lo contrario
pudiera revertir el triunfo del 6D.

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