Por Lenyn Rodriguez: EL Problema si es Idelogico.(Opinión)

23.01.2015 00:46
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POR LAS UTOPIAS POSIBLES

Por Lenyn Rodriguez

En medio de las circunstancias más adversas que atraviesa  la sociedad venezolana,  muchos analistas atribuyen el fondo del problema a las evidentes políticas erradas del gobierno en sus diversas áreas y soslayan el tema ideológico como un elemento meramente simbólico o intrascendente, si se valora sobre la base de una perspectiva menos pragmática y hacemos un poco de historia reciente, el análisis nos conduce a que el problema tiene su origen precisamente en el tema ideológico.

  Cuando  Hugo Chávez, salió en libertad en el año 1994, recorrió el país con mensajes de esperanzas a los venezolanos, de cambiar la estructura política del país, por padecer  serios problemas, corrupción, burocracia, crisis institucional y otros, utilizo un discurso orientando a los sectores populares de la sociedad, discurso  adquirido no en el cuartel como un militar común y silvestre, no, fue producto de su vocación política desde su ingreso a las fuerzas armadas, donde tenía vinculaciones con el PRV de Douglas Bravo y representaba el brazo  armado de este movimiento que abrigaba la toma del poder por la vía de las armas, tema reconocido por el propio Douglas Bravo y su hermano Adán Chávez, quien fue militante de este movimiento político.

 Denota  esto, que Chávez, fue un político formado en el campo del pensamiento de izquierda. Ahora bien, ser de izquierda es un tema que en la actualidad  tiene mucha tela que cortar, o en si misma encierra muchas corriente o digamos visiones, por ejemplo Teodoro Petkoff , quien es una autoridad mundial en esta materia, desde su libro “Checoslovaquia El Socialismo como problema”, donde se deslinda radicalmente del socialismo real, hasta su libro más reciente denominado “Las Dos Izquierda”, donde hace clara referencia al modelo de izquierda denominada socialismo democrático (socialismo de Michelle Bachelet en Chile y  de Lula da Silva en Brasil) vs el Socialismo Real,  para referirse al modelo fracasado de URSS, Cuba y al modelo Chavista. En este proceso, Chávez, asume como suyo el socialismo del XXI, como la salvación de la humanidad, en una especie de mezcolanza que no tiene pie ni cabeza, Marxismo ligado con  cristianismo, militarismo y capitalismo de estado,  como dijo un amigo “en nombre de un socialismo del siglo XXI que no es más que un espantapájaros relleno de petrodólares y cabeza vacía de ideas”.

 En aplicación a este modelo, expropio empresas productivas de carácter privado, para generar la más alta corrupción de todos los tiempos, con créditos a los bolsillos de funcionarios públicos sin ningún tipo de control, lejos de trabajar de la mano con el sector privado en una economía mixta tipo Brasil, Chile, Uruguay y en la actualidad hasta Bolivia, Nicaragua y Ecuador, con alto sentido social, que ataque los problemas de los sectores humilde de la sociedad y convertirlos en seres productivos con conciencia de clase.

Por el contrario, los sectores populares son usados como instrumentos electorales a cambio de dadivas con recursos de la bonanza petrolera, sin ningún esfuerzo para colocarlos en el campo laboral que conduzca a su dignificación como seres pensante, críticos e irreverentes en el debate y la acción.

Nicolás Maduro, es garantía expresa del continuismo de este “proyecto”  y así lo asume abiertamente, hipnotizado mas por la pasión que por la razón y por sus genuinas falencias de estadista que nos dirige a un callejón sin salida.

 De tal manera, que la solución en principio es un cambio radical al modelo político ideológico del socialismo del siglo XXI, por anacrónico, repetitivo, descontextualizado y peor aún, persuadidos por la falaz creencia que Cuba era un paraíso, porque ese amigo lector,  precisamente es el problema.

Cortesía de Lenyn Rodriguez/Opinión