Ya comenzó la temporada de desove El pueblo y el Minamb devolvieron al mar 122 tortugas verdes

06.04.2014 17:53
Notiyaradigital

Siguenos por :www.facebook.com

Siguenos por :twitter.com

La comunidad organizada de las costas de Paria (Sucre), con el apoyo del despacho de Ambiente, protege los huevos de estos animales para contribuir con la recuperación de la especie

Mediante la reinserción de especies en peligro de extinción, el Gobierno Nacional impulsa la recuperación de la fauna autóctona del país. Como parte del Plan Estratégico Nacional para la Conservación de la Diversidad Biológica 2010-2020, el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente (Minamb) liberó el pasado domingo 122 tortugas verdes (Chelonia mydas) en una playa del estado Sucre, con la ayuda de la comunidad.

“Este un programa desarrollado en el contexto del Plan de la Patria”, explicó el ministro del Poder Popular para el Ambiente, Miguel Leonardo Rodríguez, quien en compañía del gobernador Luis Acuña y la comunidad del islote del Morro de Puerto Santo liberaron los quelonios durante una alegre actividad en la que también participaron representantes de la Armada Bolivariana.

El ministro explicó que la tortuga verde es un animal longevo, de lento crecimiento, que alcanza su madurez reproductiva a los 25 años de edad. “De allí la importancia de levantar estos programas, y mucho más cuando son impulsados directamente por el pueblo”. Informó que de las siete especies de tortugas marinas que hay en el planeta, cuatro anidan en Venezuela: carey, cardón, cabezona y tortuga verde.

VISTAS COMO MERCANCÍA

Rodríguez deploró el hecho de que las tortugas marinas sean vistas como una mercancía. Explicó que la carne de estos quelonios es cotizada en el mercado alimenticio y que su caparazón, en el caso de la tortuga carey, es buscado para la creación de bisutería.

Exhortó a la población a disfrutar de la belleza de estos animales en su hábitat, así como a colaborar con la conservación de las especies de tortugas marinas mediante el cuidado de los espacios donde se reproducen. “Se ven más lindas cuando las liberamos en compañía de los niños; se ven más lindas si mantenemos su presencia en la tierra”, expresó

El ministro anunció nuevas liberaciones en las costas de la Península de Paria, específicamente en el Morro de Puerto Santo, San Juan de las Galdonas y Macuro. “En estos lugares se impulsarán proyectos con las comunidades”, apuntó.

TRABAJO COMPARTIDO

La estrategia para la conservación de la diversidad biológica, en su eje de acción número tres (gestión para la conservación), plantea como una de las acciones “garantizar la articulación entre las instituciones y las comunidades mediante la integración en el diseño, implementación y seguimiento de los planes, programas y proyectos”.

Este es el caso del trabajo que realiza el Minamb con la comunidad del islote ubicado frente al Morro de Puerto Santo. Es un esfuerzo conjunto que busca aumentar el número de tortugas verdes que son reintroducidas en las playas de la península de Paria.

Emeterio Gutiérrez vive junto a su familia en el islote y suma cinco años de apoyo a la liberación de tortuguillos en sus playas. “Me di cuenta de que en la temporada se reproducción las personas se llevaban los huevos que las tortugas habían enterrado en los nidos, y pensé que debía hacer algo para impedir que desaparecieran estos animales de la playas de Cumaná. Fue por eso que comencé a desenterrar los huevos y a trasladarlos a un lugar donde yo pudiera cuidarlos”, contó.

Indicó que ha visto disminuir la presencia de la tortugas marinas en las playas de estado Sucre, y que gracias al proyecto impulsado por el Minamb se ha logrado aumentar la cría de quelonios en la zona. “El año pasado se liberaron 320 tortugas, pero con este apoyo seguramente podremos multiplicar ese numero”, opinó Gutiérrez.

“El ministerio ha facilitado los recursos para la ampliación de los estanques donde se cuida el crecimiento de las tortugas”, y gracias a esta ayuda se podrán criar un mayor número de animales y devolverlos al mar con el tamaño ideal para que no sean presa de sus depredadores naturales. “Eso le da más probabilidades de vida y de que regresen para reproducirse”, manifestó.

EL PROCESO

La temporada de desove de las tortugas verdes comienza a finales del febrero y culmina en el mes de septiembre, explicó Gutiérrez quien señaló que, según su experiencia, durante una anidación las tortugas pueden desovar entre 15 a 150 huevos.

“Después de que desovan los huevos son desenterrados por la comunidad y llevados hasta el vivero. Allí son enterrados a la misma profundidad a la que fueron encontrados, mínimo un metro en promedio. En ese lugar comienza el periodo de incubación que dura aproximadamente entre 55 a 60 días”, indicó.

“Cuando los huevos eclosionan”, continuó, “recolecto los tortuguillos, los llevo a la casa y los coloco en cajas con arena húmeda, donde no les dé la luz. Por las noche los llevo a la playa y los libero en compañía de los niños y el resto de las comunidad”.

Hay que liberarlas a 10 metros del agua para que se arrastren hasta el mar y en ese recorrido identifiquen el lugar donde nacieron. La razón de este procedimiento, explicó Gutiérrez, es que pasados 25 años de su nacimiento las hembras acudirán a desovar en la misma playa donde vinieron al mundo.

Gutiérrez sostuvo que con el apoyo del ministerio se podrán adecuar los espacios para almacenar una mayor cantidad de animales por más tiempo, con los que se garantizará que los quelonios crezcan y alcancen un diámetro mínimo de 18 centímetros antes de ser liberados.

LA RESPUESTA NO ES DESTRUIR LA NATURALEZA

De acuerdo con el gobernador del estado Sucre, Luis Acuña, “la respuesta para alcanzar la paz y la libertad en el país no está en la tala de arboles o realizando acciones que pongan en peligro la fauna y la flora del país”.

En contraposición, destacó el trabajo que el Minamb realiza con las comunidades para preservar las especies naturales de la región oriental.

“Creo que este es un hermosísimo acto”, opinó Acuña, quien agregó que esta experiencia forma parte del trabajo que realiza el Ejecutivo Nacional en su trabajo de “gobernar con la gente desde las comunidades”. Indicó que la gobernación de Sucre trabaja como un articulador de los programas que se realizan en la entidad.

La recuperación de las especies en peligro de extinción se encuentra dentro de las acciones que buscan sembrar paz y la libertad en todo el pueblo venezolano, añadió, y es por eso que aplaudió “el apoyo que se les brinda a las comunidades para que fortalezcan el trabajo que desde hace mucho tiempo realizaban de manera artesanal a favor de las tortugas marinas”.

ESPACIOS PAR LA INVESTIGACIÓN Y LA FORMACIÓN

Javier Valera, director general de la Oficina Nacional de Diversidad Biológica del Minamb, manifestó que el programa forma parte del proyecto nacional de conservación de quelonios marinos que se impulsa en el eje de la península de Paria, el cual incluye la participación de otras instituciones del Estado; es el caso de Maderas del Orinoco, con la cual existe un convenio para la formación de una red de estaciones científicas.

“Estas estaciones se utilizarán como base del programa de conservación de especies, además de ser espacios para la formación de las comunidades”, explicó Varela.

Agregó que para el primer semestre de este año se tiene prevista la construcción de dos estaciones: una, en la playa de Querepare, en la Península de Paria; y otra, en el sector de San Juan de las Galdonas. Se estudia la posibilidad de instalar otras estaciones en las áreas naturales protegidas.

GESTIÓN COMPARTIDA

La estrategia nacional del sector ambiente tiene entre sus políticas sectoriales el conservar la diversidad biológica de los ecosistemas; entre ellos, las cuencas hidrográficas. La estrategia cuanta también con objetivos, acciones generales y específicas, indicadores y metas, además de grupos constituidos por recursos humanos del sector académico, instituciones públicas, el sector privado y la comunidad.

“La amplia participación de todo los sectores es un logro emblemático de la gestión ambiental compartida”, aseguró Varela. Señaló que durante los encuentros para el diseño de plan estratégico de conservación se conoció la opinión de los protagonistas sobre cómo conservar el ambiente en el que se desarrollan. “En estos espacios”, dijo, “debatieron los campesinos, pescadores y los académicos sobre, por ejemplo, cómo conservar el manglar, la cuencas y las especies amenazadas”.

Recordó que Venezuela es el primer país del mundo que antes del año 2015, fecha señalada por las Naciones Unidades, tiene ya establecida su estrategia nacional de diversidad biológica y el plan de acción nacional, ambos documentos construidos con la participación de las comunidades.

El director declaró que, como resultados de las acciones implementadas por el Gobierno Nacional para la recuperación de las especies, ya se han visto resultados favorables en la población de la cotorra margariteña, la tortuga arrau y la tortuga marina.

Varela explicó que el esfuerzo del Minamb para la recuperación de las tortugas marinas que habitan en las costas venezolanas no solo se basa en acciones de vigilancia y control; también incluye la educación para la conservación dirigida a todos los sectores del país,” y es parte medular de la política del sector de diversidad biológica en el plan de la patria”.

PARTE DEL CICLO NATURAL

Selene Estrath, integrante del movimiento ecologista venezolano, opinó que el programa de conservación de la especies implementado por el ministerio garantiza que las comunidades adquieran una formación técnica sobre cómo ayudar a los animales en peligro de extinción. Indicó que la transmisión de conocimiento y el hacer que las personas vivan la experiencia de ayudar en el proceso de reproducción de las tortugas marinas “de alguna manera les crea vínculos más fuertes con el ecosistema en el que habitan”.

“La humanidad se ha convertido en un ecodepredador del planeta”, señaló Estrath. “El ser humano pasa por encima de otras especies como si fuera el dueño del mundo, cuando en realidad solo es una pequeña parte de este. La naturaleza tiene un ciclo perfecto en donde cada especie necesita de las otras para sobrevivir, y cuando los animales comienzan a desaparecer ese ciclo se rompe poniendo en peligro también la sobrevivencia de la raza humana”, expresó.

MÁS LIBERACIONES

El ministro Miguel Rodríguez anunció que entre las liberaciones planificadas para este año destacan la de 54 venados en el parque nacional Aguaro-Guariquito y la de más de 20 mil tortugas verdes en el eje pariano. También se liberarán por lo menos 33.800 tortugas arrau, 17 mil de la especie tereca y y alrededor de 400 caimanes del Orinoco.

Próximamente se devolverán a su hábitat natural 17 guacamayas y 26 monos capuchinos que “fueron decomisados por las Guardia Nacional en distinto lugares del país cuando pretendían ser comercializados ilegalmente”.

El Minamb ha liberado más de 630 mil tortuguillas marinas. El año pasado se insertaron más de 11 mil, acotó.

En Venezuela hay 47 especies en peligro de extinción, recordó Javier Valera; entre ellas citó las cinco especies de tortugas marinas que habitan en Venezuela, guacamayas, monos y felinos.

T/ Romer Viera
F/ Ángel Dejesús/Ambiente y Ecología