Yaracuy recordó los 48 años del asesinato de Fabricio Ojeda

24.06.2014 00:11
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Lucha contra la aniquilación de la memoria

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Fotos de Marco Vega Ardila para Notiyaradigital.com

 

* Ojeda estuvo al frente de la Junta Patriótica que logró el derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez, el 23 de enero de 1958, elegido ese mismo año como diputado del partido URD al Congreso Nacional por el Distrito Federal, al cual renunció en el año 62

 

(Autoridad Única para la Cultura del estado Yaracuy) El pasado sábado 21 de junio, en el auditorio del museo “Carmelo Fernández” de San Felipe, al que acudieron viejos camaradas de las luchas armadas de los años 60 y 70 del pasado siglo, acompañados de las nuevas generaciones revolucionarias, fue recordado el 48 aniversario del asesinato de Fabricio Ojeda, ocurrido un día martes 21 de junio de 1966, en una celda del Servicio de Información de las Fuerzas Armadas (SIFA), muerte que el aquel entonces,  Ministro de Defensa, general Ramón Florencio Gómez, declara como “suicidio”, versión que sus familiares y amigos rechazan.

Como moderadores del evento estuvieron presentes el periodista y director del semanario Cultural Todos Adentro; Iván Padilla, las comandantes guerrilleras Carmen Dudamell y Dilcia Petit, el ex combatiente Dimas Petit, el diputado ante la Asamblea Nacional y dirigente agrario; Braulio Álvarez, el diputado ente el Consejo Legislativo del estado Yaracuy, Ángel Gamarra y el director operativo del Gabinete Ministerial para la Cultura del estado Yaracuy; Luis Gallardo, quienes en vida conocieron y compartieron experiencias con el comandante del Frente de Liberación Nacional, el recordado Fabricio Ojeda.

Para el periodista Iván Padilla, este acto no es más que la reivindicación de las luchas contra el “memoricidio” o la aniquilación de la memoria del venezolano y el simple olvido, hoy recordamos la fibra de la cual estaba hecho Fabricio.

Este revolucionario estuvo al frente de la Junta Patriótica que logró el derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez, el 23 de enero de 1958, elegido ese mismo año como diputado del partido URD al Congreso Nacional por el Distrito Federal, al cual renunció en el año 62, a través de una carta que leyó ante el hemiciclo.

Detectó el fracaso del 23 de enero

En palabras de Carmen Dudamell, Fabricio Ojeda tomó tal decisión de renunciar a su cargo como diputado ante el Congreso Nacional, tras detectar el fracaso del ideal del 23 de enero, que luego se transformó en una dictadura representativa, donde los una poderosa minoría elegía a los represores y carceleros de una mayoría y donde una cúpula de la dirigencia política, través del infame pacto de Punto Fijo, se alternaban en el poder a espalda de una población reprimida.

Estos hechos no fueron contados en los libros de historia, así como tampoco eran destacados en los documentales de televisión, la idea era borrarlo de la memoria de los venezolanos, cosa que nunca fue posible.

Señaló Dilcia Petit que la actual matriz de opinión, impuesta por los medios de comunicación de la oligarquías, nacionales e internacionales, buscan mostrar a un gobierno donde no se respetan los derechos humanos, pero nunca se tomaron la molestia de reseñar la manera como eran reprimidos y desaparecidos los estudiantes y luchadores revolucionarios venezolanos durante la Cuarta República, quieren hacer ver a Venezuela como un estado forajido.

Sin embargo, durante los años 60 y 70, quienes reclamábamos las reivindicaciones sociales de los trabajadores de la Bananera en el estado Yaracuy, fuimos perseguidos, encarcelados y torturados por los cuerpos policiales, muriendo muchos de nuestros camaradas en las cárceles, sin que estos medios investigaran la verdad y sin poner en tela de juicio las declaraciones de los voceros de los gobiernos.

Cuenta Dimas Petit que estando en un páramo del estado Trujillo, en compañía del comandante guerrillero de ese sector, esperaban a un grupo de recién ingresados a la lucha armada, a quienes les costaba caminar por la tierra húmeda, se notaban cansados, por lo que el jefe dijo “con estos muchachitos no creo que ganemos la guerra”, sin saber que entre ellos se encontraba un gordito algo torpe, quien recientemente había renunciado al Congreso para incorporarse a la lucha armada.

Ese gordito no era otro que Fabricio Ojeda, quien se convirtió en un excelente ideólogo y dirigente guerrillero, que en una oportunidad le dijo “el triunfo de la revolución viene a ser el ejercicio del poder por parte del pueblo y no de los partidos políticos”, sueño que no vio cumplido después del 23 de enero y razón principal por la que se integró a la lucha armada, el representaba la dignidad de un pueblo.

Una carta que si fue leída

El diputado Braulio Álvarez hizo hincapié en la carta que Fabricio Ojeda leyó ante el Congreso, anunciando su renuncia y exponiendo sus motivos, esta carta es pública y notoria, no como aquella carta o lista que tantas veces anunció el dirigente adeco Luis Piñerúa Ordaz y nunca apareció, o aquella que anunció el gobierno de los Estados Unidos  donde según ellos, iban a señalar a los dirigentes políticos que tenían cuentas en ese país. 

Fabrico tuvo el coraje de denunciar en esa carta en lo que se había convertido la Cuarta República y además de entregar la carta de renunciar ante Raúl Leoni, quien en aquel entonces era presidente del Congreso, para no seguir formando parte de esa farsa.

Ángel Gamarra indicó que Fabricio fue un revolucionario integral, que si hoy viviera nos diría que no demos vivir de los que una vez hicimos en el pasado, que la lucha es eterna y hoy más que nunca, cuando nuestro país se encuentra en la mira del enemigo que nos amenaza con invadirnos, para beneplácito de las clases políticas y económica que pretenden creer que las riquezas de la nación les pertenecen a ellos y no a un pueblo.

Fabricio era un motivador para los jóvenes que en aquel entonces nos iniciábamos en las luchas revolucionarias.

La actividad también contó con la participación de Luis Gallardo, quien indicó que, debido a su corta edad, no tuvo el honor de conocer a Fabricio Ojeda, pero que su opinión, el recordado dejó entre quienes los conocieron un cultura de resistencia, que hoy día deben conocer y estudiar las nuevas generaciones.

Su entrega a sus ideales, por los cual luchó y entregó su vida, es el mejor ejemplo que nos ha podido dejar a las nuevas generaciones revolucinarias.

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Notiyaradigital/Marco Vega Ardila/Cultura