Angelino Santana: Lo que no se necesita para ser periodista…(Opinión)

27.06.2015 14:15
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Por Angelino Santana   para Notiyaradidigital.com

 

Muchos abrazan el sueño del periodismo. Abrazan la gloria, el renombre, la emoción, incluso el peligro, pero sobre todo, abrazan un título, un papel…

El periodismo es más que un papel, es más que un título; pero si es la gloria, el peligro, la emoción…

El abogado estudia leyes, el doctor medicina, el científico la ciencia, el arquitecto el diseño y el poeta, los sueños. El periodista debe, y le gusta ser: abogado, doctor, científico, arquitecto, poeta,pero además es soldado y es víctima. Es doctor y es paciente. Incluso debe ser juez y parte para entender las dos caras de cada moneda, en cada uno de sus valores y en cada uno de sus contextos.

. ¿Y cómo no serlo? ¿De qué otra manera tendría la autoridad o el atrevimiento de hablar por ellos?

Dícese del periodismo que es algo difícil… ¿Difícil?  ¿Es difícil la música para el músico, el escenario para el actor, o la cocina para el gourmet? ¿Por qué ha de ser difícil el periodismo para el periodista?

Recientemente, en una charla a la que fui invitado para conversar sobre como redactar artículos de opinión con algunos estudiantes de mi alma mater, con todo orgullo, mi alma mater, la UBV, me preguntaban como “iniciar” un artículo,  de donde sacar la inspiración, como escoger un tema, donde encontrarlo…

Les respondí lo que creo y además siento a cada día: Las noticias, los motivos para un artículo de opinión y hasta las razones para una investigación, no requieren ser “buscadas”. Ellas te rodean, incluso te acosan. A cada instante. En el hogar, en el trabajo, en la calle, en el ruido y hasta en el silencio.

Basta con pensar. Entender lo que nos rodea, ya sea lo malo para la crítica, lo bueno para la exaltación, lo triste para la reflexión o lo alegre para su promoción.

Todo está allí, a una mirada de distancia. Hecho para nosotros, para los periodistas. Para los que podemos hacer visible lo que muchas veces pasa desapercibido.

¿Difícil? Para nada… Riesgoso?.Si, pero… ¿no fue ese deseo cuasi masoquista y temerario una de las razones que nos impulsó en este camino de gloria y peligro?.¿No fue la falta de valor de otros ante la injusticia lo que nos incitó a ser diferentes, a ser periodistas?

Todo el que por voluntad propia decidió ser periodista, el que quiso serlo y no pudo, entiende lo que tal vez torpemente trato de plasmar aquí.

El periodismo, más que una carrera, es una misión, para lo que pocos son escogidos, ya sea por los genes, el universo, Dios o la casualidad. Es algo más que una carrera, es un estilo de vida, es una filosofía, es el amor por la sabiduría…

He sido crítico, muy crítico sobre los periodistas que ni escriben, ni arriesgan. En resumen, no hacen periodismo, pero estoy seguro que allí, en lo más profundo de su alma, añoran ser los periodistas que soñaron, pero se debaten entre el miedo y la comodidad, entre la gloria y el gris de una vida sin dejar huella…

¿Comprensible? Si, ¿aceptable? NO. El periodista posee un poder que ya quisieran tener otros; Pueden expresarse, no tienen que morir en silencio como tantos otros ante la injusticia. Es allí donde reside nuestra inmensa responsabilidad: ser la voz del que no puede ser escuchado. Tan simple, tan cacareado y tan pocas veces llevado a cabo con ética.

El periodista no necesita un título, aunque viene bien tenerlo. No para tener “un permiso”de la sociedad para ejercer la profesión, si no para demostrase a sí mismo, cuan capaz es de asimilar tanto enriquecedoras experiencias de algunos de sus profesores, como para soportar las necedades y exabruptos de otros, y así, entre el cielo y el infierno de la educación, forjar su propio criterio, para sentirse orgulloso del logro académico, como no, aunque en esencia, el periodista ya estaba dentro  sin necesidad de la sotana.

Cuando me gradué de periodista (oficialmente) pensé que en nuestro estado éramos 20 o 30 tal vez y  criticaba el hecho de que solo unos pocos (algunos graduados y otros no) ni siquiera escribían un artículo, aunque fuese sobre la inmortalidad del cangrejo. Pero no… Somos cientos! ¿Cómo así?, ¿Donde?Bueno, a excepción del día del periodista en el colegio que solo abre dos o tres veces al año. Es algo así como estar en un estadio, en la final de un mundial y que el silencio sea más sepulcral que el de un entierro…

Ruido! Se necesita ruido! Para exaltar lo bueno, para erradicar lo malo, para mostrar la cara de nuestros héroes urbanos y campesinos, para esparcir la poesía, para impulsar el desarrollo y para reverdecer nuestros campos.

Escriban colegas! No importa cuántos horrores ortográficos cometamos, eso se corrige con la práctica, pero el mensaje, ese deber de generar el tan necesario cambio social, el rescate de la solidaridad y la hermandad, la lucha contra la corrupción y el triunfo de la verdad, ese, no lo podemos dejar archivado al lado de nuestro sueño de serauténticos periodistas…

 

“pocas profesiones requieren tanta energía, dedicación, integridad y responsabilidad como ésta y además al mismo tiempo, pocas son las profesiones que tienen tanta incidencia en los destinos de la humanidad”

 

KarolWojtila (Papa Juan Pablo II)

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