Confesiones del chamo limpiaparabrisas: «La calle es dura, se pasa hambre»

30.12.2022 22:34

Vestido con un pantalón negro agujereado en las rodillas, calzando unas chancletas amarradas con un cordel sucio para cubrir una rotura en los dedos, encontramos en la avenida Lara de Barquisimeto a Pablo David, justamente en la esquina del McDonald’s, lugar donde limpia parabrisas de los automóviles que por allí transitan.

Tiene 12 años y lleva tres trabajando en el lugar. Se levanta de madrugada, apenas toma un vaso de agua y sale de su casa en Yaritagua rumbo a Barquisimeto en buseta, dejando atrás las bendiciones de su madre quien le reza a virgencita para que el muchacho regrese “sano y salvo”.

Su primer cliente del día, una camioneta pickup verde conducido por José Manuel, quien todos los lunes le pide la limpieza del parabrisas. “Rápido chamo, antes que cambie la luz», le dice el chofer al voluntarioso joven, quien solo se toma unos segundos para dejar el vidrio transparente y recibir el pago por su trabajo.

Así transcurren todas las mañanas de Pablo David, entre el ruido de cornetas y el paso veloz de los carros en pleno este de la ciudad. Conversamos con el pequeño y animado trabajador, quien con ojos aguarapados nos confesó que “la calle es dura, se pasa hambre, calor, frío, pero al menos hago para el diario”.