Gabinete Cultural Yaracuy ofreció conversatorio sobre obra de César Rengifo

Texto y foto: Marco Ardila

(Autoridad Única para la Cultura del estado Yaracuy) Con la participación de varios profesores, pertenecientes a las distintas área de la enseñanza del liceo “Arístides Rojas” del municipio San Felipe, este viernes 27 de septiembre se llevó a cabo en el salón de audiovisuales de referido plantes, el conversatorio sobre la vida y obra del dramaturgo y artista plástico “César Rengifo”, con motivo de recién creado Movimiento Nacional de Teatro Escolar para Niños, Niñas y Adolescente”, que lleva su nombre.

Así lo dio a conocer el operador Cultural para el municipio San Felipe; Williams Rojas, quien además estuvo a cargo de ofrecer, no solo detalles sobre el conversatorio, sino también de dictarlo en calidad de facilitador, contando para esta oportunidad con el apoyo del profesor Arnaldo Navea, coordinador del área de teatro del liceo, quien agradeció al Gabinete Ministerial para la Cultura del estado Yaracuy incluir al “Arístides Rojas” dentro de su programación para los talleres de teatro.

César Rengifo nace en Caracas, 14 de mayo de 1915 y fallece en su ciudad natal el 2 de noviembre de 1980) fue un pintor y dramaturgo. En 1938, Rengifo inicia su trayectoria como dramaturgo. Los temas que lo inspiran al igual que su pintura son la cambiante realidad de la Venezuela contemporánea, el petróleo, la opresión de los marginados y, de alguna manera, la contribución a la emancipación del proletariado moderno.

Sus obras de teatro pueden definirse como históricas, relacionadas con la marginalidad; obras concernientes al tema del Oro Negro y su desproporcionada explotación y posteriormente devastación regional, como una inevitable realidad venezolana. De esta forma Rengifo se define como un autor teatral de género realista, que se expresa en su primer drama "Por qué canta el pueblo", cuya trama es la lucha contra la dictadura de Juan Vicente Gómez. La producción dramática de Rengifo abarca un total de treinta y tres obras terminadas y un número similar de obras por terminar o revisar, lo cual efectivamente evidencia que es el más prolífico de los dramaturgos venezolanos contemporáneos, con un tratamiento técnico que lo ubica en la más absoluta modernidad, dentro de las nuevas formas del teatro universal.

En 1960 recibió el Premio a la Mejor Obra en el II Festival de Teatro Venezolano y como reconocimiento a su talento en este ámbito artístico, recibió en 1980 el Premio Nacional de Teatro.