El 19 de junio de 1991, Pablo Escobar Gaviria se recluyó en «La Catedral», una cárcel ubicada en Envigado, Antioquía, que mandó a construir él mismo para cumplir su condena acordada con el presidente colombiano, César Gaviria, a cambio de no ser extraditado a Estados Unidos.
La cárcel contaba con diversos lujos, como grandes habitaciones, salas de billar y una cancha de fútbol, los que alcanzó a disfrutar solo hasta julio de 1992.
«Prefiero una tumba en Colombia que cárcel en Estados Unidos»
A inicios de la década de los 90, el gobierno colombiano planeaba extraditar a Estados Unidos a «El Capo» y a su grupo cercano conocido como «Los extraditables», pero él inició una serie de delitos para intimidar a las autoridades y evitar esta decisión.
«Prefiero una tumba en Colombia que una cárcel en Estados Unidos», fue una de las frases que Pablo Escobar solía decir.
El 19 de junio se entregó a la policía con la condición de eliminar el tratado de extradición al país norteamericano. El Mandatario (Gaviria) ofreció rebajar penas y trato preferencial a quienes abandonaran el narcotráfico y finalmente todos terminaron en «La Catedral».
Junto a Escobar, que aterrizó en helicóptero al penal, estaban sus hombres de confianza: sicarios y guardaespaldas.
«La Catedral»
De acuerdo a diversas fuentes, la finca donde instaló la cárcel Pablo Escobar fue elegida y comprada por él mismo.
Aunque se suponía que tenía que ser un recinto de máxima seguridad, terminó siendo un centro de operaciones de mafiosos y narcotraficantes, donde además ingresaban personalidades de todos ámbitos, como jugadores de fútbol y reinas de belleza.
Según Infobae, a «La Catedral» entraron materiales importados con los que se construyeron lujosas celdas, cabañas con jacuzzis, discotecas, bares, salones de descanso y una cancha de fútbol.
Victoria Henao, su esposa, lo visitaba junto a sus dos hijos: Manuela y Juan Pablo. Ella además decoró la habitación de «El Capo», la que no tenía rejas. Todo acabó cuando el presidente Gaviria le solicitó al ejército tomarse la finca y trasladar a los presos a una cárcel militar.
Pablo Escobar escapó caminando en medio de un apagón, atravesando una de las paredes de «La Catedral», las que eran de yeso. Finalmente, el mafioso falleció a fines de 1993.
Fuente: Mega Noticias