Salud física y emocional en el atleta abordaron docentes de la UNEY durante congreso municipal

03.03.2016 10:09
Notiyaradigital

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Fotos de Prensa UNEY para Notiyaradigital.com

Luis Loyo.- El Congreso Municipal de Ciencias Aplicadas al Deporte realizado recientemente en el estado por parte del Comité Olímpico Venezolano (COV) contó con una serie de profesionales y especialistas en diferentes áreas del campo deportivo, entre ellos las docentes de la Universidad Nacional Experimental del Yaracuy (UNEY), Dannia Cortez y Derlyng Graterol, quienes ofrecieron durante tres días su experiencia en diversos temas.

 Este evento que tuvo como propósito la formación de gerentes deportivos, entrenadores de alto rendimiento, promotores deportivos, investigadores, docentes y estudiantes de los últimos años de las carreras universitarias, fue apoyado por el Instituto Autónomo de Deporte del estado Yaracuy (Fundey) y la UNEY.

Estados emocionales

Dannia Cortez, actualmente coordinadora del pregrado Ciencias del Deporte de la UNEY además de docente y entrenadora, hizo una exposición sobre tema de las emociones en el deportista, cuyo contenido lo estructuró mediante cuatro puntos bien definidos como: estados emocionales, tipos de prearranque, estrés, entrenamiento de las emociones y mitos de la psicología.

Explicó que debe orientarse al deportista en aprender a controlar emociones como la rabia, el odio, el desagrado, la apatía, el miedo y la tristeza y demás energías negativas para direccionarlas hacia lo positivo, evitando caer en depresiones y romper a la vez con actitudes que frenen su trabajo y su esfuerzo.

 “Los entrenadores, monitores deportivos y preparadores físicos deben entender que aquellos niños, jóvenes y adultos que preparan, aparte de ser atletas también son personas que vivencian hechos psicosociales susceptibles a experimentar diferentes emociones como la rabia, la depresión, la tristeza o el miedo, los cuales pueden influir en los entrenamientos y las competencias. Algunas veces se nos olvida que es un ser humano y debes estar preparado de una manera integral”, resaltó Cortez.

Sobre el trabajo psicológico, señaló que a falta de un especialista en algunos equipos, clubes o selecciones, cada entrenador está en el deber de buscar esa preparación que permita al atleta apoyarlo en el tratamiento de los diferentes estados emocionales así como lo relacionado a la fiebre de arrancada, la autoarrancada, la autocomplacencia, el optimismo infundado, el estrés y la disposición combativa que puede sufrir un deportista en algún determinado momento.

Agregó que tratamientos como la regulación, la respiración, la dinámica de grupo e incluso la hipnosis, con el apoyo de un especialista, pueden servir para controlar, equilibrar y lograr un balance en las emociones, garantizando la concentración en las competencias y el rendimiento en sus entrenamientos.

Con relación a los estados emocionales manifestados en un atleta con discapacidad funcional, indicó que lo primero que se debe hacer es respetarlo, aceptarlo y valorarlo con todas sus limitaciones, sin descartar su inclusión en diferentes actividades a través de estrategias adaptadas a su condición.

Obesidad y terapia física

El exceso de peso, el sedentarismo y la obesidad fueron tratados por Graterol, docente en la UNEY de asignaturas como Metodología del Entrenamiento Deportivo y Pesas, además de contar con una extensa experiencia profesional y como atleta. Presentó en este congreso el resultado de un proyecto de investigación con la finalidad de crear  un programa de ejercicios físico-terapéuticos para el tratamiento de la obesidad grado II.

Afirmó que esta investigación se llevó a cabo con la población adulta del sector Bella Vista del municipio Veroes para medir el número de personas con este tipo de obesidad y los niveles de sedentarismo presentes, que permitieran la aplicación de una alternativa para prevenir y mejorar la salud de los afectados.

“Los resultados de la aplicación de este programa arrojaron que 98% de los sujetos disminuyeron su peso corporal, lo que sirvió a su vez para que esta población tomara conciencia de las posibilidades de continuar con este trabajo físico, motivando a la comunidad hacia la activación de algunos deportes como el béisbol, el kikimbol y el fútbol de campo”, explicó Graterol.

Asimismo, aseguró que la terapia física es un recurso de gran importancia para el tratamiento y prevención de la obesidad, cuya influencia supera el ámbito de lo físico hasta alcanzar ampliamente los niveles de lo psicológico y social.

“La aplicación planificada, organizada y sistematizada de este programa contribuye a la disminución del peso corporal de los obesos grado II, asumiendo igualmente un carácter curativo, educativo e integral”, concluyó Graterol.

Cortesía  de Prensa UNEY/SALUD